El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha asegurado este domingo, tras la clausura de la COP25, que está "decepcionado con los resultados" de la conferencia, aunque ha anunciado que "no se rendirá" en la lucha contra la crisis climática.
"La comunidad internacional ha perdido una oportunidad importante de mostrar una mayor ambición en mitigación, adaptación y finanzas para afrontar la crisis climática", ha lamentado el secretario general, en un comunicado en el que ha precisado que, sin embargo, "no debemos rendirnos".
Guterres ha destacado además que está más "decidido que nunca" a trabajar en que 2020 "sea el año en el que todos los países se comprometan a hacer lo que la ciencia nos está diciendo": que es "necesario" ser neutrales en carbono para 2050 y "no ir más allá de los 1.5 grados de aumento de la temperatura del planeta".
"Un sabor de boca agridulce"
En esta misma línea se ha pronunciado la ministra en funciones de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que ha reconocido que el resultado de la XXV Conferencia de las Partes de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático "deja un sabor de boca agridulce".
"Pero, con todo, se ha impuesto esa convicción plasmada en la decisión de que urge hacerlo precisamente en el contexto de la remisión de las contribuciones nacionales del próximo año de Naciones Unidas", ha señalado.
Para la ministra, esta cumbre del clima (COP25) ha sido también una cita de "socialización", ya que ha existido una demanda social como nunca con presencia importante de la sociedad civil de todos los sectores.
Teresa Ribera ha resaltado además la consistencia del acuerdo alcanzado, que "ha sido una victoria de aquellos que defendemos que este sistema debe ser robusto y creíble".
La vigesimoquinta Cumbre del Clima, la más larga de la historia, ha concluido este domingo con la aprobación de un documento titulado "Chile-Madrid. Tiempo de actuar", que recoge el propio lema de la cumbre, que ha dejado sensaciones encontradas en las partes asistentes.