MDMA para salvar tu matrimonio: la 'droga del amor' revoluciona las terapias de pareja

El MDMA, una de las drogas sintéticas más populares, tiene una cantidad considerable de nombres. Éxtasis, Molly, penicilina del alma o droga del amor son algunos de ellos. Sobre ella circulan varios mitos, pero más allá de las leyendas, el MDMA es una droga que está siendo utilizada en distintas terapias y, de hecho, puede que muy pronto logre ser legalizada y su uso se regule como medicamento para tratar el trastorno de estrés postraumático (TEPT). Además, también se está experimentando con ella para salvar matrimonios. Sí, como lo leen. MDMA en terapia de pareja. 

Los descubrimientos científicos que se han hecho alrededor del MDMA en los últimos años han sido tan amplios que, incluso, la revista Science nombró al mayor estudio hasta la fecha sobre esta sustancia como uno de los hitos del 2021. Publicado en Nature Medicine en mayo y ya en fase III, el ensayo demostraba que la sustancia, combinada con psicoterapia, era capaz de reducir significativamente los síntomas de pacientes con estrés postraumático.

"Podemos esperar que, para 2023 ó 2024, el éxtasis sea un fármaco de prescripción para el trastorno del estrés postraumático", explica al teléfono José Carlos Bouso, director científico de la Fundación International Center for Ethnobotanical Education, Research & Service (ICEERS). 

Psicólogo y doctor en farmacología, Bouso fue el responsable del primer ensayo clínico de MDMA en España. En 1999 le autorizaron una investigación con psicoterapia y MDMA para el tratamiento del estrés postraumático de mujeres víctimas de agresión sexual. Sin embargo, en 2001, el trabajo científico fue cortado de raíz. "En aquel entonces, el hecho de que un estudio así fuera portada de un periódico de tirada nacional hizo que cundiera el pánico en cadena y desencadenó una serie de motivos políticos que hizo que lo cerraran", recuerda.

El experto detalla que, entre las características de esta sustancia, destaca su efecto ansiolítico y su capacidad para propiciar que las personas hablen abiertamente de sus sentimientos y sean empáticos con los de otras personas. 

Por esas cualidades, en Estados Unidos, también se está utilizando como ayuda en terapias de pareja. Hace unas semanas, el diario The New York Times recogía el testimonio de un matrimonio que había recurrido al MDMA como su última salvación. Él padecía problemas emocionales que le habían impedido hablar de sus sentimientos abiertamente, lo que había terminado por desgastar la relación. "Mi marido empezó a compartir conmigo todos sus pensamientos. Era él, sin barreras", confesaba la mujer.

Fomento de la comprensión

Su caso es el ejemplo perfecto para ilustrar el tipo de terapia de pareja para la que está estudiada la MDMA. En 2020, la revista European Journal of Psychotraumatology se hacía eco de un ensayo piloto que evaluaba la seguridad, la viabilidad y la eficacia de la terapia asistida con MDMA para parejas. La particularidad era que uno de ellos debía padecer de TEPT. "Esta dolencia puede causar angustia en la relación y barreras para entenderse y parece que la psicoterapia asistida por MDMA puede generar empatía y conexión, abriendo un camino para recordar por qué se unieron en primer lugar y el deseo de comprender al otro", detalla Candice M. Monson, la autora principal de la investigación.

Esta droga ya demostró como intervenía en las habilidades sociales de las distintas especies animales que pueblan el planeta en un estudio de 2018. El trabajo científico consistió en administrar esta sustancia a pulpos, considerados uno de los animales más inteligentes, pero también más asociales. "Los pulpos no sólo pasaron más tiempo con otros individuos de pulpo cuando tomaban la droga, sino que también se involucraron en un amplio contacto de la superficie ventral. Ese contacto físico, inusual entre individuos, parecía exploratorio y nada agresivo", dilucidaron los investigadores sobre sus hallazgos.

Y, sí, para los más extrañados, este ensayo descubrió que los humanos y los pulpos comparten partes de un sistema de conexiones cerebrales que participa en los comportamientos sociales y que se potencia con la presencia de esta sustancia en cuestión.

Antes de la ilegalización del MDMA, en la década de los ochenta, algunos psicoterapeutas también utilizaron esta sustancia para lograr resultados positivos en terapias de pareja. Es el caso de Richard Ingrasci, uno de los principales opositores a su penalización. "He visto cómo esta droga ayuda a muchas parejas a superar bloqueos de comunicación debido a la seguridad que surge en la sesión", sentenció.

No hay un medicamento igual 

Sus palabras no sirvieron y en 1985 fue incluida en la lista de 1 de drogas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). Sin embargo, con los años, se han retomado las investigaciones sobre sus bondades. "No hay un medicamento que pueda ofrecer los mismos beneficios que el éxtasis. Es único por varias razones", asevera Bouso. "Conduce a una experiencia psicológica que pone a las personas en una situación de relajación. Se podría decir que es como una especie de antídoto contra el miedo", prosigue.

Él lo sabe bien. Bouso llegó a publicar parte de los resultados de su investigación en el tratamiento de mujeres con TEPT porque "iban en buena dirección". "Aunque nosotros dejamos de seguir indagando, otros lo hicieron. Israel, Canadá, Estados Unidos…". 

La investigación en esos países, propiciada por la MAPS, la Asociación Multidisciplinaria de Estudios Psicodélicos, ha conducido al punto en el que estamos ahora. Sin embargo, esto no quiere decir que el panorama de la MDMA se vaya a convertir en jauja. "Esto es una droga que tiene tal potencial que, si se usa mal, se puede terminar con trastornos mentales", ilustra Víctor Pérez-Sola, psiquiatra y vicepresidente de la Asociación Española de Psiquiatría y Salud Mental. "Generalmente, lo que cuentan las personas que han terminado perjudicadas es que se quedan colgados en algunas de esas experiencias, de esos viajes, y eso es un riesgo".

En Europa no se ve 

Por eso, tanto Pérez como Bouso aclaran que, en el caso de que finalmente se regularice, sería en un contexto hospitalario y clínico. "El MDMA es eficaz para el trastorno de estrés postraumático si se utiliza en psicoterapia. Tan importante es el fármaco como la psicoterapia", incide Pérez-Sola, que, mientras sí constata las evidencias del uso de esta sustancia para el tratamiento del TEPT, no lo ve tanto para terapias de pareja. "En Estados Unidos puede haberse dado el caso, pero en Europa no se ve", sentencia.

De momento, el potencial uso de esa 'penicilina para el alma' queda restringido al área del estrés postraumático, aunque, en la actualidad, se siguen estudiando otras aplicaciones, como el tratamiento de problemas de la conducta alimentaria y adultos con autismo. De hecho, se han conseguido resultados bastante positivos en la mejora de problemas de ansiedad social de adultos con autismo. Para dolencias como la anorexia y la bulimia, el estudio se encuentra todavía en planificación. Veremos en un futuro qué más cosas entraña el MDMA.