Para los amantes de los perros, no hay una imagen más entrañable de este animal que cuando mira fijamente y ladea la cabeza. Pues bien, parece que este gesto, interpretado normalmente como algo tierno, tiene su explicación científica y no, no guarda ninguna relación con señales emotivas o amorosas. Al parecer, lo que denota es que está en proceso de prestar atención.
Así lo atestigua una investigación publicada por la revista Animal Cognition, que analizó este comportamiento en 40 perros. Para ello, los autores dividieron a los animales en dos grupos, por un lado los que habían demostrado una habilidad superior para relacionar palabras con objetos (tan sólo siete del total de la muestra) y, por otro, perros domésticos con habilidades al nivel de la media.
Ambos habían sido entrenados para conectar correctamente objetos con sus nombres, pero los investigadores percibieron que el primer grupo reaccionaba mucho mejor. Además, éstos últimos inclinaban la cabeza a la hora de escuchar el nombre del objeto que iban a buscar, lo que los investigadores piensan que se debe a las funciones cerebrales laterizadas, es decir, utilizar un hemisferio determinado del cerebro para según qué cosas. Esto ayudaría a los perros a procesar la información.
"Existe evidencia de lateralización en el procesamiento de vocalizaciones humanas en el cerebro del perro", sentencia el estudio, a la par que admite que también hay dificultad para extrapolar sus resultados a la población canina general, ya que la muestra de los animales con capacidades superiores era muy pequeña. "Los estudios futuros con un tamaño de muestra más grande pueden combinar enfoques conductuales y neurales para revelar la relación entre la dirección de inclinación de la cabeza y el procesamiento neural de las vocalizaciones humanas", sentencia.
Los perros y la atención
Esta es la primera vez que un estudio se para a analizar la conexión que existe entre este gesto y las habilidades cognitivas de los perros, aunque éste último campo es algo que ya está siendo analizado por otras investigaciones. Es es caso de una publicada en la revista Proceedings of the Royal Society B y que demostró que, cuando se habla a un cachorro de una manera aguda, estos respondían más y atienden de una manera más efectiva a las instrucciones que se les dan.
Por otro lado, está la línea de investigación centrada en comunicación no verbal y perros. Un informe publicado en Developmental Science encontró una relación de progreso en este campo cuando el interlocutor miraba al objeto que quería que el perro trajera en lugar de señalarlo. También vieron que los canes reaccionaban mejor a las órdenes si se les miraba, incluso más que si se les llamaba por su nombre. Sería curioso ver si durante todos estas investigaciones ladeaban o no sus cabezas.