Lo que ocurre algunos años en el lago Berryessa, California (Estados Unidos), a ojos de cualquier viandante, podría ser algo digno de un programa sobre sucesos sobrenaturales. En medio del agua, hay veces que surge un tremendo agujero que forma todo un remolino en medio de la nada. Sin embargo, nada tiene que ver con lo sobrenatural. Ni es un portal al infierno ni a una cuarta dimensión, se trata de un gran desagüe construido para trasportar agua.
También conocido como aliviadero, 'Morning Glory Hole' o, simplemente, 'Glory Hole', lo que es este agujero es un sistema de drenaje en forma de embudo, edificado como parte de la presa de Monticello, que fue erigida entre 1953 y 1957 en el lago Berryessa, en el condado de Napa.
Esta presa se ubica concretamente en un estrecho del lago, que por su forma fue bautizado como Devil's Gate (La puerta del diablo). La ubicación era idónea para captar agua, pero al ser un lugar tan pedregoso y angosto, no había sitio para levantar un canal y un aliviadero tradicional. Así pues, los ingenieros decidieron que la mejor manera de canalizar el agua de un lado a otro de la presa era cavando hacia abajo.
A modo de comparativa, una buena manera de entenderlo sería definirlo como el desagüe de una bañera, que evita que el agua se derrame si alguien se ha dejado el grifo abierto. La idea es la misma, sólo que a lo grande. Bueno, más bien a lo gigante, ya que tiene un diámetro de 22 metros, una capacidad de drenaje de 1.370 metros cúbicos de agua por segundo y sólo se pone en funcionamiento cuando la capacidad del embalse supera los 134 metros de altura.
Si esto ocurre, el agua se canaliza a través de este agujero y aparece en Putah Creek, situado al otro lado de la presa de Monticello.
Fallo en las predicciones
La página de Facebook del lago Berryessa informa con bastante asiduidad sobre cómo está el nivel de lago, por si algún curioso quiere presenciar el espectáculo, que sepa si se podrá encontrar al Glory Hole en funcionamiento. Según la última publicación, que data del 27 de marzo de este año, el lago está a unos nueve metros de distancia del agujero, sin muchos visos de que la situación vaya a cambiar, ya que informan que los niveles se han mantenido estables durante los últimos meses.
Cuando se construyó, los ingenieros estimaron que el Glory Hole entraría en funcionamiento en muy raras ocasiones. Sin embargo, desde que llegara el siglo XX, el aliviadero se ha activado en tres ocasiones, en 2006, 2017 y 2019.
En las dos últimas veces, se reunieron decenas de curiosos para observar el gran espectáculo del agujero, aunque realmente es algo que se puede apreciar en otras partes del mundo, ya que, aunque rara, no es la única construcción con estas características.
Entre los más famosos están el de la presa de Harriman (Vermont, EE.UU.), Ladybower (Derbyshire, Reino Unido), Gibson (Montana, EE.UU.) o el de San Roque (Córdoba, Argentina). No obstante, si alguien patrio quiere visitar algo así no hace falta que recorra medio mundo, ya que en el embalse de Benágeber (Valencia) también hay un 'Glory Hole'.