Es inherente en el ser humano el creer en remedios milagrosos que encima son baratos. Esto aplicado a la pérdida de peso se convierte casi en un axioma, resulta que el perder peso está al alcance de la mano, en alimentos con propiedades casi mágicas que se encuentran en la nevera o en el super de la esquina. La verdad es que cualquier cosa se presenta mejor que el tener que llevar una rutina de meses o incluso años, de ejercicio y buena alimentación, claro, mejor la dieta de la alcachofa.
Alrededor de estas dietas, bayas e infusiones, se ha creado toda una cultura. Es cierto que al té y a ciertas infusiones se las vincula con propiedades beneficiosas para el organismo, pero nada tan drástico como la pérdida de peso sin ir acompañado de alimentación saludable o vida activa. "Por mucho que te hinches a té sentado en un sillón, no vas a perder peso", explica Concepción Martíncez, nutricionista deportiva. "Lo único que vas a conseguir es hacer trabajar de más a tus riñones", añade.
"Las infusiones, lejos de ser milagrosas, sí pueden ayudar a la digestión como la menta poleo. También pueden ayudar a controlar los niveles de ansiedad, para esos casos, las infusiones de melisa son perfectas", señala María del Mar Silva, nutricionista licenciada también en Farmacia, especialista en nutrición clínica.
Té verde
Las afirmaciones de que se pierde peso bebiendo té siempre están desarrolladas desde el punto de vista metabólico. La epigalocatequina galato (EGCG) que contiene el té verde es un potente antioxidante, en concreto de la familia de los flavonoides, que aunque puede estar contraindicada en embarazadas y personas con algunos tipos de medicación, ha demostrado que añadido a una dieta para perder peso, pueden ser beneficiosas. Curiosamente las plantas desarrollaron estos flavonoides para protegerse de plagas y enfermedades, y se ha convertido en lo que las ha hecho más atractivas para los seres humanos.
En un trabajo de la Universidad de Alabama, un grupo de científicos atribuye a esta sustancia la capacidad de proteger al organismo de los daños provocados por los radicales libres, es decir, luchan contra el daño oxidativo. Señalan también que las catequinas, como la EGCG, pueden reducir la inflamación y prevenir ciertas enfermedades crónicas como los problemas cardíacos, la diabetes y algunos tipos de cáncer.
Por otro lado, una investigación de la Universidad de Guadalajara reveló que consumir entre 100 y 460 miligramos de EGCG al día, junto a unos 80 o 300 miligramos de cafeína durante doce semanas, reduce grasa corporal y favorece la pérdida de peso. Muchos de los estudios sobre el efecto de la EGCG en el cuero concluyen cafeína, que actúa como potenciador de los beneficios, los que se han elaborado sin esta variable prueban que sin esta apenas se aprecia efecto. Por eso se señala el té verde como una de esas recetas milagro para perder peso, ya que entre las sustancias que lo componen se encuentran la epigalocatequina galato y la cafeína, que contiene en una concentración de entre 8 y 16 miligramos.
Otro macroestudio llevado a cabo en Japón, encontró una relación directa entre una mayor ingesta de té verde y un menor riesgo de sufrir pérdida de capacidad mental relacionada con la edad, así como enfermedad de Parkinson o de Alzheimer.
Lo que sí que está claro es que el té verde es diurético, por lo que es ideal para combatir la retención de líquidos y además, ayuda a regular el colesterol. Un efecto que revela un grupo de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid en un estudio. La investigación sugiere que el consumo superior a 7 tazas de té verde al día (3,5 g de catequina) es suficiente para prevenir enfermedades cardiovasculares, siempre que su consumo se realice en el marco de una dieta y ejercicio equilibrados.
Té rojo y té negro
Este tipo de té negro chino fermentado también ha sido vinculado a una pérdida de peso a largo plazo, pero menos eficaz que el té verde. En concreto, un estudio realizado en Taiwán asoció el consumo de este líquido con una ligera reducción del peso corporal y el IMC, sobre todo en pacientes masculinos. En concreto, unas 70 personas que formaron parte del estudio, en tres meses perdieron alrededor de un kilo.
Algo similar ocurre con el té negro, que en un estudio realizado en 111 personas que bebieron tres tazas de té negro al día durante tres meses, aumentaron significativamente la pérdida de peso, reduciendo además circunferencia de la cintura. Ambas variedades de té, verde, rojo y negro, es mejor tomarlas sin leche. Como apunta un estudio de Maastricht, en Países Bajos, que asegura que las proteínas de la leche inhiben los efectos beneficiosos del té en el organismo.