¿Símbolo de divinidad o de dolencia? Así son los niños que nacen con cola, un apéndice sin motivo claro

No algo común ni nada habitual. Se ve como una deformidad. Y los casos son aún muy reducidos, pero la noticia de un nuevo nacimiento con estas características sale a la luz y genera textos sobre semejante anomalía. Una rareza que no por eso es imposible: hablamos de niños y niñas que nacen con cola. 

En total, registrados, hay unos 40 ejemplos. Han ido publicándose a cuentagotas en medios de diferentes países: México, Italia, Brasil... Este apéndice de la anatomía no es maligno ni suele suponer ninguna complicación. Es más: a veces es casi como extirpar el cordón umbilical.

Porque esta cola como de mamífero no es más que una malformación que se puede retirar quirúrgicamente, sin complicaciones. El problema que se está investigando es si tiene relación con otras patologías. Aunque se haya creído de siempre que podría ser un vestigio de la cola de nuestros antepasados.

Durante muchos años se ha creído que la cola humana era un vestigio de la de nuestros antepasados y que, una vez extirpada, el individuo no tendría más problemas. Pero, por desgracia, a medida que han ido apareciendo nuevos casos se ha comprobado que la mayoría de los niños que nacen con cola suelen tener otros problemas de la columna, como meningocele o espina bífida.

Así pues, aparte de la intervención para extirpar la cola humana, los niños tendrían que someterse a un seguimiento posterior por posibles problemas de salud. Incluso podrían necesitar más operaciones. Uno de los últimos casos, el de un bebé prematuro de Brasil que nació en la semana 35 con este apéndice de 12 centímetros y terminado en una bola de grasa de cuatro más.

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Cuando los médicos lo vieron, decidieron explorar si esta nueva extremidad estaba relacionada con el sistema nervioso o no. Al ver que no, la quitaron sin problemas. Así, además, según lo difundido por el Journal of Pediatric Surgery Case Reports, se podían analizar las causas o los posibles efectos secundarios. 

Otro caso, algo diferente, es el de Ashid Ali Khan. Este chico de la India era reverenciado como un dios debido a esta anomalía. Hasta que en 2015, con 14 años, pasó a ser un humano terrenal: se la eliminaron en una operación de siete horas. Antes, en el país asiático recibía dinero o regalos a cambio de una bendición. Creían que el joven era la reencarnación del dios mono hindú Hanuman por esa cola, incluso estando en una silla de ruedas por un problema en el pie. 

Caso de bebé brasileño con cola. JOURNAL OF PEDIATRIC SURGERY

Su abuelo, según recogían varios medios, se mostraba radiante: "Estamos sumamente contentos y agradecidos con los médicos por haber operado a Arshid Ali. Podrá hacer una vida normal, es algo muy bonito", declaraba. La cola medía unos 10 centímetros y durante mucho tiempo la familia no acudió a los médicos debido a la fuerte presión de la comunidad, que veneraba al "niño con rabo".

No pasó lo mismo con una niña mexicana. Es uno de los últimos ejemplos, de noviembre de 2022, y la longitud era de unos seis centímetros. Estaba compuesto por piel, músculos, nervios, tejido conectivo, vasos sanguíneos y grasa, aparte de recubierto con pelo. 

¿Cómo se forma una cola humana?

Según se explican en medios especializados, hay dos tipos de cola en seres humanos. La que se conoce como cola humana no tiene huesos, al contrario que las de otros animales. Sí que tiene músculos, tejido conectivo, vasos sanguíneos y nervios. Siempre está cubierta de piel y puede medir hasta 13 centímetros. Su origen es el coxis. Se cree que esta se forma por algún error durante el desarrollo embrionario.

De hecho, cuando somos embriones todos tenemos cola por algún momento. Se forma sobre la quinta semana de desarrollo y suele desaparecer en la semana ocho, por eso la mayoría nace sin ella. Quienes las tienen puede deberse a un fallo durante el desarrollo embrionario, que mantiene su crecimiento. 

¿Puede estar asociada a otros problemas?

Un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina y recogido por el diario italiano Corriere della Sera, expuso en 2012 el caso de seis niños con edades comprendidas entre los tres días y los dos años que habían nacido con cola humana, cada una de una longitud y características diferentes.

Todos se sometieron a cirugía de la cola, pero algunos tenían otros problemas que requirieron más pruebas. Tres de ellos tenían espina bífida y uno meningocele. Todo esto está íntimamente ligado a la cola que desaparece en la semana ocho, por lo que no es raro que tres de los seis niños de este estudio sobre la cola humana tuviesen espina bífida.

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Históricamente, sin embargo, estos apéndices eran considerados "vestigios", es decir, estructuras que alguna vez funcionaron y hoy están presente sólo en forma incompleta. Es un término inapropiado porque no se deben a nada heredado de la naturaleza, aunque no sean tan inofensivos.

Esta idea, de hecho, proviene de la teoría del mismísimo Charles Darwin. Hace más de un siglo, el biólogo propuso que los comienzos de las colas en los humanos no eran más que accidentes evolutivos o restos rudimentarios de un ancestro primate. Algunos científicos adoptaron esta lección evolutiva, argumentando que una mutación genética eliminó las colas en los humanos, pero que rara vez reaparecen. Y es cierto: es residual, pero existen casos.