La multinacional sueca Ikea ha cambiado la vida de medio mundo, al hacer accesibles muebles con un diseño atractivo e incorporar la librería Billy a cualquier apartamento que se precie. Pero montar sus productos no siempre es tarea fácil y puede incluso, según recogió The Wall Street Journal, convertirse en motivo de divorcio.
Cualquiera que haya montado un mueble de Ikea sabe que, aunque relativamente sencillo, se trata de una tarea laboriosa que, sobre todo, implica muchas piezas, desde tacos de madera y tuercas a la imprescindible llave Allen.
Todas ellas podrían pasar a la historia si se consolida el proyecto que explicó el jefe de abastecimiento mundial de la compañía, Jesper Brodin, en el congreso de creatividad Design Indaba Conference celebrado la semana pasada en Ciudad del Cabo (Sudáfrica).
Brodin anunció en la reunión que Ikea ha probado en dos de sus líneas de producto -Regissör y Stockholm- un nuevo sistema de construcción de muebles, que permite su ensamblaje de manera que no hagan falta herramientas para montarlos, ya que las piezas encajarían como si de un puzle se tratara.
Las distintas partes de los productos de madera cuentan con pequeñas protuberancias o agujeros que encajan los unos en los otros y que ni siquiera requieren de cola. Según la compañía, los muebles con este sistema pueden montarse y desmontarse repetidas veces sin perder su integridad estructural.
Según ha declarado Brodin a la revista especializada DeZeen, el tiempo de montaje de una de las mesas con el nuevo diseño se acorta de 24 minutos a tres.