Los astrónomos que forman el proyecto Breakthrough Listen, que busca indicios de civilizaciones extraterrestes bajo el auspicio de Stephen Hawking, han hecho público un emocionante descubrimiento en The Astronomer's Telegram. Hace apenas dos semanas, el radiotelescopio de Green Bank detectó quince pulsos de radio provenientes de un objeto situado en una lejana galaxia. Pero incluso los 'cazadores de aliens' recomiendan cautela: las posibilidades de que provenga de vida inteligente son "remotas".
El fenómeno detectado se conoce como fast radio bursts (FRBs), pulsos rápidos de radio procedentes del espacio lejano, de origen desconocido y que únicamente duran milisegundos. Son, según Andrew Siemion, director del centro para la búsqueda de Vida Extraterrestre (SETI en sus siglas en inglés) de Berkeley, la clase de señales que asumen que emitiría una civilización alienígena avanzada.
"Coincidimos con la comunidad astrofísica en que las probabilidades de que haya vida extraterrestre en el origen de estas señales es baja" - declaraba Siemion. "No obstante, la fuente de este fenómeno es muy misteriosa. Sabemos, sin el menor grado de duda, que el universo es capaz de albergar vida habilitada para la tecnología. No estaríamos haciendo nuestro trabajo como científicos si excluyésemos esa posibilidad a priori".
Las FRBs se conocen desde hace diez años. La detectada el pasado 26 de agosto por el radiotelescopio de Green Bank en Virginia Occidental, sin embargo, ha revolucionado lo que los científicos creían saber sobre este fenómeno. Hasta ahora eran considerados como un fenómeno explosivo, errático y raro, atribuidos a fenómenos cataclísmicos como el colapso de un agujero negro. De 2007 a 2015, por ejemplo, solo se llegaron a detectar un puñado de estas señales.
Todo cambió cuando los astrónomos localizaron el pulso FRB 121102 en 2012. Tres años después, este pulso se repitió, excluyendo la hipótesis de que su fuente fuera un hecho puntual. En 2016 lograron localizar su origen: un objeto, o "repetidor", situado en una galaxia enana a tres mil años luz de distancia. Y hace dos semanas, registraron la emisión que ha puesto todo patas arriba: quince FSBs seguidas, cada una de una potencia superior a las registradas hasta ahora, fruto de la "actividad incrementada" del objeto.
Más allá de las hipótesis fantasiosas, que especulan sobre las emisiones energéticas de potenciales naves extraterrestres, los astronómos sospechan de los magnetars o 'magnetoestrellas'. Se trata de estrellas de neutrones con una gigantesca actividad electromagnética que lanzan poderosas eyecciones de rayos X y gamma al espacio. Cómo las señales de radio estarían vinculadas a este fenómeno es algo pendiente de determinar.
Y para los románticos que se preguntan si la señal podría contener un mensaje inteligible de más allá de las estrellas, los investigadores recuerdan que cuando las ondas partieron de su galaxia, nuestro sistema solar tenía únicamente dos mil millones de años de vida. Todavía faltaban mil millones de años para que las primeras formas de vida pluricelular hicieran su aparición sobre la Tierra.