Un factor habría jugado un papel determinante en la irresistible atracción que juntó a Brad Pitt con Angelina Jolie durante el rodaje de Mr. and Mrs. Smith. Y es que, como no pasa desapercibido a sus admiradoras, el protagonista de Leyendas de pasión comparte la misma mirada azul que John Voight, padre de Jolie. Asimismo, se ha escrito mucho sobre cómo el famoso mujeriego George Clooney encontró al amor de su vida en Amal Ranzi, pero menos sobre un detalle: la abogada tiene los mismo ojos castaños que la madre del actor. Igual, por cierto, que Elisabetta Canalis, su pareja hasta 2011.
No se trata de una correlación casual y morbosa, sostiene un estudio realizado por investigadores de las Universidades de Glasgow y de Bath que ha publicaso Biorxiv. Sus conclusiones dan en parte la razón al padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, cuando enunció las bases de su polémico complejo de Edipo: "Todos hemos sentido hacia nuestra madre el primer impulso sexual, y hacia nuestro padre nuestro primer odio, y así lo testimonian nuestros sueños".
El objetivo de los investigadores era comprobar lo sugerido por estudios previos de psicología social: que los padres "imprimen" inconscientemente sobre sus hijos un modelo por el cual se inclinarán en la madurez para elegir pareja. La controversia académica gira en torno a la naturaleza de este fenómeno y si sería congénito en lugar de adquirido. Así, el hijo podría estar heredando genéticamente las preferencias del padre, y la hija, las de la madre.
El estudio británico ser realizó sobre 300 mujeres y hombres, a los que se inquirió por el color de ojos de sus parejas y el de sus progenitores. Lo que determinaron fue que una persona tiene el doble de posibilidades de considerar sexualmente atractiva a otra si el color de sus ojos encaja con el de su madre, si se trata de un varón heterosexual o una mujer homosexual; y con el de su padre en el caso de hombres homosexuales y mujeres heterosexuales.
Y esta es la clave diferencial de este trabajo, aseguran sus autores. Si las preferencias fueran heredadas a nivel genético, los hombres gays también preferirían amantes con el color de ojos de sus madres. En el caso de las mujeres ocurriría lo mismo, las lesbianas también se guiarían por el referente de sus padres. Pero la demostración de que prima el rol sexual dentro de la familia sobre la biología decanta los resultados hacia la teoría de la conducta adquirida.
Además, como recuerda elegantemente The Times, Freud se apunta otra victoria simbólica: en el mito y en la tragedia griega, cuando Edipo descubre que sin saberlo ha matado a su padre y se ha casado con su madre, el castigo que se autoinflige es el de arrancarse los ojos.