Los hombres heterosexuales son más tolerantes a una posible aventura amorosa de su pareja si ellas se acuestan con alguien de su mismo sexo. Es una de las principales conclusiones de un estudio elaborado conjuntamente por los departamentos de Psicología de las universidades de Nicosia (Chipre) y Shanghai (China). La investigación publicada en Evolutionary Psycology afirma que los encuestados preferirían que un hipotético engaño de sus parejas se produjese con otra mujer. Por el contrario, ellas serían más reticentes a que sus compañeros sentimentales les engañasen con otro hombre. En este último aspecto hay diferencias intercontinentales: las mujeres europeas estarían más abiertas a que su pareja masculina les engañase con otro hombre.
El estudio se ha realizado con una muestra de 949 ciudadanos chinos y 305 británicos, estos últimos participantes en otros trabajos ya publicados. De entre los participantes del país asiático, más de un 76% por ciento de los hombres heterosexuales encuestados prefieren que sus parejas les engañen con otra mujer. La situación se invierte en el caso de ellas: a tan solo un 37,4% le gustaría más que le pusiesen los cuernos con otro hombre.
Los datos muestran que mientras un 76,4% de las mujeres romperían una relación de larga duración tras enterarse del engaño, menos de la mitad de los hombres lo harían. Tan solo un 48,5% de ellos están seguros de la ruptura, y un 32,8% ni se lo plantearía. Tanto hombres como mujeres coinciden en que mostrarían sentimientos de enfado por encima de otras emociones como la tristeza o los celos.
Cambios según el contexto
En los resultados respecto al contexto cultural británico se observaron algunas modificaciones. Mientras que las respuestas de los hombres son similares respecto al sexo del amante, las mujeres modifican sus preferencias en este caso. Un 50,5% de ellas preferiría que su novio les engañase con otro hombre, y el 49,5% restante optaría por una mujer.
Esta diferencia entre las posturas de Occidente y Europa puede extrapolarse a la visión que se tiene sobre el colectivo LGTBI en China, o más concretamente, a la postura oficial establecida por el aparato estatal que controla el país. Mediante un estricto control sobre Weibo, la red social preferida del país -equivalente al Twitter occidental- el gobierno chino ha censurado en varias ocasiones cualquier rastro de contenido pro-LGTBI en internet. También lo hace desde la cultura de masas: la oscarizada Bohemian Rhapsody fue acortada un minuto para acortar cualquier mención al colectivo. El corte incluye una escena donde el actor Rami Malek besaba a otro hombre. Durante su discurso de agradecimiento tras ganar el Oscar a Mejor Actor los subtítulos sustituyeron el término "hombres gay" por "grupo especial".
Otra de las conclusiones del estudio es que los bisexuales encuestados (a quienes el estudio denomina erróneamente "personas [heterosexuales] con atracción hacia su mismo sexo") estarían más receptivos a la idea de que sus parejas sentimentales les engañasen con otras personas. Los investigadores barajan que esto se deba a una mayor libertad afectivo-sexual como consecuencia de su orientación, y no descartan realizar nuevos estudios al respecto en un futuro.