"Esto es nuevo. Cuando era niño, jamás las veíamos. Debe ser algo reciente y no sabemos por qué está pasando". Quien habla es Bashir, uno de los rangers de la reserva Ishaqbini, en la región de Garissa en Kenia. Ellos fueron los primeros en avistar las jirafas blancas el pasado marzo; esta vez, tuvieron tiempo de avisar a los conservacionistas y a sus cámaras.
Las imágenes de una jirafa blanca junto a su cría han sido divulgadas por cooperantes de la organización Hirola Conservation Program. "Estaban tan cerca, y tan tranquilas, sin temer nuestra presencia" - explican en un post. Es la primera vez que estos raros ejemplares han podido ser grabados en vídeo.
Únicamente se han producido dos avistamientos de jirafas blancas en toda África, según la organización: el primero fue el pasado enero en Tanzania, una cría dentro de una manada a la que bautizaron como 'Omo'. El segundo fue en Kenia: los mismos animales que ahora ha podido captar la cámara.
Su color no es provocado por el albinismo, sino por el leucismo: se trata de una mutación genética por la cual pierden la pigmentación de la piel pero mantienen el color en el tejido blando. Notablemente, estas jirafas conservan sus profundos ojos negros, y en los ejemplares más jóvenes todavía se pueden apreciar los característicos patrones moteados de la especie.
"La madre estuvo avanzando y retrocediendo unos metros frente a nosotros mientras indicaba a su cría que se mantuviera tras los arbustos" - indica HCR. "Las comunidades de habitantes de Ishaqbini tienen sentimientos contrapuestos al respecto de estas jirafas leucísticas. Los ancianos aseguran que nunca han visto algo así".