Una jirafa protagonizó este lunes un desagradable incidente en un parque zoológico de Reino Unido, el West Midland Safari Park. Afortunadamente, la historia acabó bien, pero podía no haberlo hecho.
Strider -que así se llama la jirafa- aprovechó que unos visitantes al zoológico -una especie de Faunia británico- estaban distraídos mirando sus teléfonos móviles para meter la cabeza en su automóvil, en busca de comida.
Cuando se dieron cuenta, los dueños se apresuraron a subir la ventanilla, lo que podía haber causado daños irreparables al animal. No obstante, el cristal explotó en mil pedazos y, milagrosamente, Strider resultó ilesa.
Los visitantes pueden alimentar a los animales desde sus vehículos en algunas áreas del parque, pero las regulaciones dicen que las ventanas deben mantenerse a medio cerrar y se les dice a los turistas que mantengan sus manos extendidas fuera del vehículo para dar de comer a los animales.
El incidente fue capturado en video por un automóvil vecino, y muestra al pasajero aparentemente inconsciente de que la jirafa se aproxima. Cuando Strider se inclina, uno de los ocupantes levanta la ventana, que se atasca contra la cabeza de la jirafa y se rompe.