Tras casi cinco años de investigación, una operación internacional ha concluido con el destape de un matadero ilegal de grandes felinos en Praga (República Checa) y otras localidades europeas.
Más de 200 policías actuaron en 10 redadas simultaneas en la conocida como operación Trofeo. En uno de los hangares registrados, las fuerzas de seguridad se encontraron con el peor desenlace posible: el cadaver de un tigre adulto con el ojo seccionado a causa de un disparo. En uno de los almacenes, los mafiosos habían fabricado pegamento casero con los restos del animal. También encontraron otros cadáveres en estado de descomposición, y restos de uñas o dientes almacenados.
La operación Trofeo fue el primer gran golpe en Europa contra los grupos criminales organizados que comercian con estos animales. El destino final de la mercancía era Asia Oriental, donde acordaban con diversas mafias procedentes de Vietnam el reparto de tareas de distribución y ganancias. Cada piel de tigre puede llegar a venderse por unos 4.000 dólares, mientras que los ítems individuales pueden alcanzar los 100 dólares por pieza.
Se cree que el destinatario final de la red es el mercado de la medicina tradicional china. Se trata de un mercado que movía anualmente 160.000 millones de dólares a principios de siglo. Otras especies amenzadas por este sector son los rinocerontes, los osos negros, diversas especies de ciervos, los elefantes africanos o incluso los caballitos de mar. Estos seis animales están en peligro de extinción por causa directa de este gran nicho comercial.
En declaraciones a The Guardian, Pavla Rihova, experta en crímenes contra la naturaleza de Interpol, considera que el tráfico ilegal de animales está emergiendo por toda Europa. "La Comisión Europea considera que tienen una perspectiva adecuada de los felinos en el continente. No es cierto", afirma. Rihova se encontraba presente en el momento del hallazgo del cadáver. "He sido inspectora durante 25 años, pero la situación me resultó espantosa. Imagine un viejo congelador lleno de cuerpos durante dos años", describe.
La red descubierta por el equipo de la agente medioambiental contaba con la complicidad de profesionales legales. La ONG británica Environmental Investigation Agency describe aquí las conexiones de los mafiosos. Ellos contactaban inicialmente con un criador legal de tigres. Posteriormente, un intermediario se encargaba de conectar ambas partes con las mafias vietnamitas y otros taxidermistas ilegales.
Concretamente, el criador era Ludvík Berousek, miembro de una conocida familia circense en República Checa. El empresario aparentaba manejar legalmente el mayor criadero de felinos y leones del país. En cuanto al intermediario, se trataba de Miloš Hrozínek: fanático de la caza y receptor de los tigres de Berusek. Por el lado vietnamita se encontraba el empresario Le Xuan Vu, un miembro destacado de los clanes. Hasta el momento, tan solo Hrozínek continúa detenido. Los otros mafiosos se encuentran en libertad tras pagar sus fianzas y Berousek mantiene su negocio familiar.
Este informe de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres ya advertía en 2013 del aumento de este tipo de tráfico ilegal en Europa. Se calcula que hoy coexisten menos de 4.000 tigres en estado salvaje por todo el continente asiático, la única región del planeta donde pueden encontrarse.