Entre un 75 y 80% de probabilidades. Son los porcentajes en los que se apoya la Organización Meteorológica Mundial (OMM) para advertir de la alta posibilidad de que 'El Niño' regrese durante el próximo invierno. Se trata de un fenómeno atmosférico que se origina en mitad del Océano Pacífico y que causa efectos impredecibles en el resto del planeta. Los científicos pronosticaban su vuelta desde mayo, aunque no se ha confirmado hasta esta misma semana.
La OMM advierte que la regeneración de este ciclo climático se producirá en un margen de tres meses. Es precisamente en invierno cuando los expertos señalan que 'El Niño' tiene mayor impacto sobre las poblaciones humanas, tal y como detallan en The Independent. Eso sí, sus efectos serán más benignos que hace dos años. En 2016, la repentina subida de las temperaturas del Pacífico austral produjo el blanqueamiento que acabó con un 30% de la barrera de coral australiana.
'El Niño' es parte de un patrón climático que provoca que las temperaturas de la superficie marina se elevan de forma inusual: el nombre se lo dieron los pescadores peruanos que observaron que el fenómeno coincidía con la Navidad. Su nombre técnico es El Niño-Oscilación del Sur. Se genera en la región tropical del Pacífico y puede prolongarse durante varios meses. En el caso de 2016 se desarrolló entre marzo y noviembre. Esta variación climática también se genera de forma inversa: 'La Niña' provoca que las temperaturas desciendan a niveles poco habituales.
La acción de esta oscilación climática se basa en la modificación de ciertas corrientes atmosféricas, tanto en su velocidad como en su dirección. Ello provoca que el desarrollo habitual del tiempo tropical varíe con brusquedad. Sus efectos acostumbran a materializarse por todo el área del Pacífico, Norteamérica o el Mar Caribe. Se espera que en esta ocasión la temperatura marina se eleve 1.2º por encima de los niveles habituales.
"No se espera que el fenómeno sea tan fuerte como en 2016", reitera Max Dilley, director del departamento de Predicción de la OMM. "Sin embargo, puede afectar de forma significativa a los patrones térmicos y pluviométricos en muchas regiones, con graves consecuencias para la agricultura (...), los recursos hídricos o la sanidad". Y añade: "Podría elevar las temperaturas globales en 2019 si se combina con los efectos del cambio climático".
Es previsible esperar inundaciones y sequías en zonas que en otras condiciones disfrutarían de un tiempo más estable. Los destrozos que provoca 'El Niño' alcanzan su punto álgido al coincidir durante la temporada de huracanes anual. Las regiones más afectadas en esta ocasión por las sequías serán los países caribeños y Sudáfrica.
El estado africano se encuentra muy castigado de por sí por las carencias de agua potable, con sus consecuentes restricciones hídricas en grandes ciudades como Johannesburgo y Ciudad del Cabo. En cambio, las inundaciones corresponderán a determinadas regiones de Estados Unidos y Europa.
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