Los perros han formado parte del hogar desde hace milenios. Pero durante la última década esta situación se ha vuelto más llamativa si cabe, recibiendo nuestros amigos de cuatro patas una posición jerárquica familiar similar a la de un hijo. Por ello, no son pocos los dueños de estas mascotas que intentan alimentarles con comida "real", en la línea de las tendencias nutricionales para humanos, aunque hay estudios que alerten del peligro de abandonar el pienso animal especializado.
De hecho, las empresas responsables de la fabricación de comida animal han estado experimentando con dietas similares a las humanas, con carne o vegetales que podría consumir perfectamente un individuo de nuestra especie, y que ya han pasado las inspecciones de calidad necesarias. Sin embargo, hasta ahora, había pocos estudios respecto a la idoneidad de este tipo de alimentación.
Por ello, un grupo de investigadores de la Universidad de Illinois (EEUU) ha querido saber si es adecuado alimentar a los perros con comida fresca. La respuesta es bastante completa: las dietas basadas en alimentos frescos, sabrosas para el paladar canino, son mucho más digeribles de lo esperado para ellos.
Así lo afirma el nuevo trabajo a cargo de Kelly Swanson, profesora de Nutrición Humana de la Compañía Kraft Heinz en el Departamento de Ciencias Animales y profesora en la División de Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Illinois. El estudio, publicado en Translational Animal Science, confirma algo que ya se sospechaba.
Si los alimentos son de alta calidad y conllevan una buena digestión en humanos, también deberían funcionar igual en animales. Sin embargo, las investigaciones al respecto hasta el momento no habían podido responder a dudas de diversa índole, como la seguridad alimentaria, el sabor, o la densidad nutricional adecuada de una dieta de estas características.
Para responder a estas preguntas, Swanson y sus colegas probaron seis alimentos comerciales para perros de la compañía JusfFoodForDogs, la cual afirma usar exclusivamente ingredientes certificados por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) en sus dietas.
Sus productos, muy similares a los de otras empresas, estánformulados con ingredientes comestibles para seres humanos, mínimamente procesados, como arroz, zanahorias, brócoli, pollo, cordero y otros similares. Cada dieta también está complementada con vitaminas y minerales de alta calidad, para garantizar que sea completa y equilibrada.
Los investigadores analizaron la composición química de las seis dietas, además de su digestibilidad nutricional y su contenido energético. Para evitar los efectos de la actividad microbiana intestinal, alimentaron con estas dietas a gallos alterados quirúrgicamente y que carecían de bolsas microbianas. La conclusión final es que las dietas eran altamente digeribles, mucho más de lo esperado.
Por otra parte, uno de los objetivos era determinar las pautas alimentarias en este tipo de dietas, dado que son muy similares a la alimentación humana, pero existen riesgos al usar fórmulas derivadas de alimentos tradicionales para mascotas. De hecho, dichos alimentos pensados exclusivamente para mascotas son menos digeribles que los alimentos humanos, y por ello sus pautas son diferentes a las nuestras.
Sin embargo, si se usan alimentos basados en ingredientes humanos, se corre el riesgo de sobrealimentación animal, dado que estos alimentos preparados con ingredientes humanos son muy ricos nutricionalmente, y más densos calóricamente, según explica Swanson.
Así mismo, también se analizó la digestibilidad de los aminoácidos, llegando a un 85% para la mayoría de los aminoácidos esenciales, lo que indicaría una alta calidad proteica en las fórmulas dietéticas estudiadas. Esto, a su vez, se traduciría en un bajo volumen de heces, algo que podría ser una buena noticia para los dueños de los perros.
Por tanto, y aunque el estudio solo incluyó una única línea de productos de este tipo, Swanson y sus colegas sugieren que se producirían los mismos resultados en otros productos dietéticos animales similares.
Finalmente, los investigadores señalan que cualquier producto etiquetado como "completo y equilibrado" debería cumplir una serie de requisitos dietéticos según el animal en cuestión. Así mismo, aconsejan investigar a las compañías fabricantes de estos alimentos y asegurarse de que cumplen con lo prometido, con el visto bueno del veterinario del animal.