Los lobos, igual que los perros: también te traen la 'pelotita' si te atreves a lanzársela
La demostración de que los lobeznos responden a ese estímulo hace sospechar que esto ayudó a su evolución a perros.
17 enero, 2020 03:22Noticias relacionadas
El juego que practican los perros con naturalidad de ir a buscar una pelota y luego traerla de vuelta, gracias a su capacidad de interpretar las señales humanas, también funciona en los lobos, según un estudio publicado en la revista iScience.
Los investigadores descubrieron este hallazgo de forma casual cuando estaban implementando una batería de pruebas de comportamiento a 13 cachorros de lobo de camadas distintas.
Durante esta serie de ensayos, vieron cómo tres de ellos de ocho semanas cada uno mostraban interés espontáneo en una pelota que luego se la devolvían a un desconocido cuando este les animaba.
"Cuando vi al primer cachorro de lobo recuperando la pelota se me puso literalmente la piel de gallina", declaró en una nota la investigadora de este estudio Christina Hansen Wheat, de la Universidad de Estocolmo (Suecia).
Este descubrimiento desmiente la hipótesis de que las capacidades cognitivas necesarias para comprender las señales dadas por humanos, requeridas por ejemplo para un juego de búsqueda, surgieron en los perros después de que los humanos los domesticaran hace al menos 15.000 años.
Los resultados sorprendieron a los propios investigadores ya que las dos primeras camadas de lobos con las que trabajaron mostraron poco o ningún interés en las pelotas, y mucho menos en recuperarla.
Sin embargo, los lobos de la tercera camada no solo fueron a por la pelota, sino que también respondieron a las señales comunicativas humanas para traerla de vuelta y devolvérsela a la persona desconocida que interactuaba con ellos.
Hansen Wheat afirma que las semejanzas entre los perros y los lobos explica "la procedencia del comportamiento de nuestros perros"; y ella misma reconoce que, a pesar de la sorpresa que le causó en un primer momento la reacción de estos lobos, "tiene sentido".
Ella y su equipo continúan trabajando con los datos obtenidos tras haber criado a lobos y perros bajo condiciones idénticas durante tres años; y, de esta forma, aprender más sobre las diferencias y similitudes de comportamiento entre estos animales.