El inesperado beneficio de la crisis por el coronavirus que sorprende a los expertos
La caída de las emisiones de efecto invernadero ha sido "notable" en China en las últimas semanas, un beneficio que podrían prolongarse.
2 marzo, 2020 02:09Noticias relacionadas
Las medidas para contener el coronavirus en China han provocado reducciones de entre el 15% y el 40% del consumo energético en sectores industriales claves para la economía del gigante asiático. Esto se ha traducido en la eliminación de una cuarta parte de las emisiones de CO2 del país en las últimas semanas, según una investigación que publica el portal especializado Carbon Brief.
Las limitaciones a la actividad industrial han llegado en un momento significativo, ya que se trata de la temporada en la que los trabajadores se reincorporan tras las festividades del Año Nuevo Chino. Dada la prohibición de viajar y la prolongación forzosa de las vacaciones, los vuelos domésticos se han reducido un 70%, las emisiones de NO2 por el tráfico en las ciudades han caído un 36%, y tanto el consumo de carbón y petróleo como la producción de acero están a niveles de 2015.
Aunque el impacto a corto plazo de la crisis actual es "importante" en términos de reducción de la demanda energética y las emisiones industriales, según precisa el portal especializado en la descarbonización, el efecto a largo plazo del cierre de las fábricas para contener el riesgo de contagio podría ser más limitado. Los descensos de producción durante semanas no son infrecuentes en China, y suelen compensarse con impulsos ordenados desde Pekín.
Más aún, este recorte de un 25% en el consumo energético y las emisiones durante dos semanas solo contribuiría a una reducción de un 1% a nivel anual. China también goza de una sustancial sobrecapacidad en las principales industrias emisoras de CO2, lo que les permitiría recuperar rápidamente los niveles de gasto y contaminación si la demanda se reactiva tras la crisis sanitaria.
De hecho, el verdadero impacto sobre los combustibles fósiles vendría de la reducción de la demanda, ya que por ejemplo la venta de coches ha caído un 30% en febrero con respecto al año pasado, que ya registró descensos en este mercado. Por otro lado, el consumo amenaza con resentirse de forma duradera en todos los niveles de la economía ya que se han dejado de pagar salarios durante la crisis.
Según recuerda el portal, el Partido Comunista Chino pretendía desplegar en 2020 sus éxitos en el desarrollo económico e industrial en los sectores del cemento, metal, vidrio y otros elementos de construcción que suponen un elevado nivel de emisiones. Los problemas en el comercio y las exportaciones, que ya acarreaba de la guerra comercial con EEUU, impactarán en el PIB chino, lo que puede llevar a Pekín a impulsar medidas drásticas.
Las emisiones de China, el país más contaminante del mundo, han crecido en un 2,6 % en 2019, principalmente debido a su récord mundial de consumo de carbón, responsable de del 40% de emisiones por combustible fósil. Los gases de efecto invernadero emitido por el consumo de carbón, petróleo y gas cerraron el año pasado con un incremento de un 0,6% respecto al año anterior. En 2018 crecieron un 2,1 % y en 2017 un 1,5 %, concluyendo así la década más calurosa de la era moderna.