El instituto Geociencias Barcelona del CSIC (GEO3BCN-CSIC), en colaboración con la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad Clermont Auvergne, ha reconstruido el último gran suceso geológico en cascada que tuvo lugar en la isla canaria de Tenerife hace 180.000 años: la erupción de El Abrigo, y ha evaluado qué sucedería si ocurriera en la actualidad. Las condiciones para que esto ocurra, tal y como apunta el trabajo, son bien distintas a las que se dan en Cumbre Vieja.
Los eventos geológicos extremos son fenómenos naturales (erupciones volcánicas, terremotos, deslizamientos de tierra o tsunamis) de baja probabilidad pero con un alto impacto, que representan un riesgo para la sociedad actual por su dificultad a la hora de hacer predicciones sobre su ocurrencia. Estos episodios, que pueden producir efectos en cadena y llegar a tener consecuencias a escala local y global, son potencialmente probables en islas volcánicas como el archipiélago canario.
Los resultados del trabajo, publicado en la revista Journal of Geophysical Research: Solid Earth muestran que los principales centros urbanos y las posibles rutas de evacuación de Tenerife se verían afectados, ya que quedarían cubiertos por los depósitos de los flujos piroclásticos y, probablemente, por la caída de ceniza.
Además, la sismicidad acumulada en el centro de Tenerife durante un evento de colapso del edificio volcánico, tal y como ocurrió hace 180 mil años, produciría efectos "catastróficos" en varias partes de la isla y desencadenaría un "devastador" deslizamiento de tierra en el Valle de Icod.
Este deslizamiento, a su vez, produciría un tsunami que tendría un impacto severo no sólo en las costas del norte y del oeste de Tenerife sino también en otras costas del archipiélago canario.
"En la actualidad, el sistema volcánico de Tenerife no se encuentra en una situación similar a la de la última erupción de caldera. De hecho, alcanzar las condiciones para una erupción como la de El Abrigo puede llevar de miles a cientos de miles de años", subraya Marta López Saavedra, autora principal del artículo. "En la etapa actual, los volcanes Teide y Pico Viejo parecen todavía demasiado jóvenes para alcanzar estas condiciones", añade.
Según López Saavedra, "las probabilidades de que ocurra en la actualidad una erupción como la de El Abrigo son muy bajas, pero el riesgo cero no existe y desgraciadamente aún no se pueden predecir erupciones".
Investigar para prevenir
"Los resultados obtenidos durante nuestro estudio replican el escenario más catastrófico que puede darse en Tenerife, lo que permite establecer un abanico de situaciones y diseñar un protocolo de gestión del riesgo sin excederse con eventos menores, ni quedarse corto en caso de eventos de mayor impacto", explica la investigadora.
López Saavedra considera que este análisis contribuirá a "mejorar el actual Plan de Gestión de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), detallando los escenarios de peligro adecuados y optimizando las acciones de prevención mucho antes de que se produzca cualquier emergencia de este tipo".
La investigadora destaca la importancia de implementar mejoras en las políticas de reducción de desastres por parte de los organismos responsables de la gestión de emergencias. "Esto implica una mayor información y formación para la población de Canarias", subraya.
El avance tecnológico
Para llevar a cabo este análisis se han combinado software de modelización con Sistemas de Información Geográfica para simular cada evento por separado y, posteriormente, analizar el resultado global de todos los escenarios obtenidos.
El equipo investigador utilizó el software VORIS 2.0.1. para obtener el área potencialmente afectada por las corrientes piroclásticas; un plugin para QGIS 2.14 que permite calcular el impacto de un posible terremoto; el software SLIDE de Rocscience Inc. para analizar la estabilidad de la ladera bajo condiciones sísmicas; y finalmente, el software VolcFlow para simular la propagación en el espacio y el tiempo del posible tsunami, como consecuencia de la colisión del deslizamiento contra el océano.