Restos de fármacos, nicotina y cafeína son los compuestos contaminantes "invisibles" más comunes diluidos en agua en los espacios naturales. Son datos de un informe sobre contaminación difusa, del proyecto Ciencia Libera.
El documento está incluido entre los análisis que se presentarán y debatirán desde hoy hasta el próximo viernes en la primera Semana Viva del proyecto Libera, impulsado por SEO/BirdLife y Ecoembes tras la recogida de desperdicios conceptuados como basuraleza en las denominadas como áreas importantes para la conservación de las aves y la biodiversidad en España (IBA).
Para que los resultados fueran representativos, el proyecto seleccionó casi un tercio del total de IBA identificadas "con una distribución homogénea tanto por ecosistemas como por regiones" donde fueron recogidas casi 2.600 muestras diferentes.
María Dulsat, investigadora del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudio del Agua (IDAEA-CSCI) ha explicado este lunes que el incremento de basuraleza en el medioambiente no se produce sólo por el abandono de residuos visibles por parte de los ciudadanos, sino que también se puede distinguir "basuraleza invisible y basuraleza antigua".
'Basuraleza' visible, invisible y antigua
En la basuraleza visible, la clasificación de residuos está encabezada por piezas de plástico de entre 2,5 y 50 centímetros, seguida por colillas, toallitas húmedas, plásticos de entre 0 y 2,5 centímetros, materiales de construcción, bolsas y envoltorios, cuerdas y cordeles, latas de bebida y trozos de papel y cartón.
Respecto a la invisible, se debe a la contaminación difusa producida por "fuentes puntuales, como una tubería que vierte directamente a una masa de agua" por ejemplo, aunque su tipología también es "muy variada" y "en la mayor parte de los casos" producto de la degradación de los propios residuos humanos, desde microplásticos a compuestos químicos presentes en los fármacos.
Finalmente, la antigua incluye vestigios de productos que se prohibieron "precisamente por su capacidad contaminante" y persisten en el medioambiente decenios después de haber caído en desuso, lo que "evidencia el alcance del problema".
El estudio buscaba identificar los patrones de contaminación, los tipos de ecosistemas más impactados y las fuentes de contaminación en residuos tales como los detectables a simple vista, los metales pesados, los hidrocarburos, los microplásticos, los contaminantes químicos y los fármacos.
Aditivos de productos plásticos
Según el documento, la mayoría de contaminantes identificados, un 46 % de los materiales recogidos, son "aditivos empleados en productos plásticos" de una gran variedad de sectores: desde la industria textil al caucho, pasando por materiales de construcción, pintura o sanitarios, entre otros.
La basura física ha sido recogida en todas las áreas estudiadas mientras que los microplásticos han aparecido en el 74 % de las analizadas en muestras de agua correspondientes a 129 IBA.
A nivel químico, las muestras de agua recogidas analizaron la posible presencia de hasta 119 contaminantes -escogidos por su toxicidad y su repercusión negativa en los ecosistemas-, de los cuales han aparecido 59 compuestos, incluyendo los fármacos, nicotina y cafeína.
En las muestras de suelos, también han aparecido diferentes contaminantes, desde metales a plaguicidas, pasando por plastificantes.
El estudio concluye que "más allá de la producción de plástico", es preciso avanzar "rápidamente" hacia una economía completamente circular incorporando para ello a sectores que en la actualidad no cuentan con sistemas de gestión, como el textil, reforzando la implicación del conjunto de productores y desarrollando iniciativas de concienciación ciudadana.