Las precipitaciones persistentes serán las protagonistas durante el fin de semana en el área mediterránea. El último coletazo de la borrasca Celia provocará temporal de Levante de mar y viento, con rachas fuertes y oleaje de hasta 4-5 metros en algunos casos, mientras la calima de polvo sahariano se adentra hacia el norte en Europa, adelanta Eltiempo.es.
Según la previsión del portal meteorológico, los acumulados pueden ser especialmente llamativos en el área de la Comunidad Valenciana. Puntos de esta región podrán superar volúmenes de 150 mm de lluvia. También estará lloviendo en Cataluña, Baleares, en la Región de Murcia o en el este de Andalucía.
Además, el domingo por la tarde tendremos la llegada de una nueva borrasca por el suroeste peninsular que estará dejando lluvias en Extremadura y el oeste de Andalucía y que podrá tener cierta continuidad a lo largo de los primeros días de la próxima semana.
De cara a la próxima semana, el portavoz de la AEMET, Rubén del Campo, espera que sigan llegando borrascas atlánticas con sistemas frontales asociados que darán lugar a lluvias en buena parte de la Península. Las más intensas serán de nuevo en el área mediterránea, en el suroeste de Andalucía y en el entorno del Sistema Central y por el contrario, donde menos lloverá será en las regiones cantábricas.
El martes podrán continuar los restos de inestabilidad dejando lluvias débiles en la mayor parte de España con ambiente nuboso e invernal, prevé eltiempo.es. A partir del miércoles una nueva borrasca podría aparecer de nuevo por el suroeste dejando de nuevo lluvias más fuertes afectando a la mayor parte del territorio pudiendo dar mayores acumulados de lluvia en Extremadura, Andalucía y otras zonas del centro y la mitad sur del país.
La próxima semana las temperaturas serán algo más bajas de lo normal para la época, excepto en Galicia y el extremo norte de la Península. En definitiva, el portavoz prevé una próxima semana lluviosa en buena parte del país. "Seguirá la tónica de la primera quincena de marzo, en la que en amplias zonas de nuestro territorio ha llovido más del doble o incluso más del triple de lo normal", ha pronosticado Del Campo
Una calima para la historia
El intenso episodio de calima provocado por la entrada de polvo en suspensión procedente del Sáhara ha sido "el más importante" tanto por su extensión geográfica como por su intensidad de los últimos diez años, según ha explicado el jefe de estudios de desarrollo y director técnico del Barcelona Dust Regional Center de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Ernest Werner.
Werner ha participado en la rueda de prensa estacional de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) para dar detalles sobre este episodio de calima poco habitual. Así, ha recordado que el año pasado se registró otra intrusión de polvo sahariano de "parecida" intensidad, pero más corta en el tiempo y que no afectó a toda la Península, sino al Mediterráneo, a puntos de Pirineos y a los Alpes.
El experto espera que la lluvia que llegue detrás de esta intrusión contribuya a limpiar la atmósfera, pero avisa de que "durante dos o tres días va a seguir habiendo altas cantidades de polvo en suspensión en la atmósfera". En otras ocasiones, explica, la intensidad es normalmente un fenómeno "más episódico": apenas duran un día o unas horas y afectan a menor extensión del territorio, lo que suele dar lugar a concentraciones diarias "que no son muy altas".".
Al respecto, Del Campo, ha destacado que este intenso episodio el día 15 por la mañana se redujo la visibilidad en algunos puntos hasta no más allá de 2 a 4 kilómetros en ciudades tan lejanas como León, Madrid o Granada. Explica que "no es habitual" que tanto en el norte, en el centro y en el sur se reduzca tanto la visibilidad a consecuencia del polvo en suspensión.
Respecto a la influencia del cambio climático en este fenómeno conocido coloquialmente como calima, el portavoz ha precisado que no está clara la relación pero lo que sí es cierto es que la llegada de polvo en suspensión depende de la fuente de origen y, en este caso, el Sáhara ha aumentado su extensión un 10 por ciento a lo largo del siglo pasado. "Si la fuente de polvo activa es más grande, hay una mayor potencialidad", ha apuntado.