La primera mitad de la semana estará marcada por un fuerte descenso de las temperaturas, lo que favorecerá un ambiente nuboso y con chubascos en puntos aislados del país que podrían verse acompañados de nieve en las cordilleras de mayor altura. En la segunda mitad, sin embargo, se registrará un "notable ascenso", que volverá a elevar los termómetros por encima de los 30 grados.
El portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, ha señalado que tras una jornadas muy calurosas la semana comenzará con temperaturas "más primaverales y propias" para el periodo del año en el que nos encontramos. Del miércoles al domingo se han batido numerosos récord para el mes de mayo, tanto de temperaturas máximas como mínimas. El 21 de mayo ha sido el día más cálido para este mes en el conjunto de la Península desde al menos 1950.
La temperatura más alta de todo el episodio se alcanzó en Andújar (Jaén) el día 20, con 42,3 grados centígrados. Segovia tuvo el día 20 una mínima de 21,4ºC, su primera noche tropical desde que hay registros. Del Campo califica este episodio de "muy significativo" porque si hasta ahora la recurrencia de estos periodos era de una vez cada aproximadamente 200 años, desde 2010 ese periodo se ha reducido a una vez cada 45 años.
Durante este lunes, el cielo estará nuboso, con registros que bajarán en gran parte del país. El calor persistirá en puntos del Guadalquivir, Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares, donde se podrán superar los 34 y 35 grados. De cara al martes, la llegada de aire atlántico procedente del noroeste, fresco e inestable, dejará lluvias en el norte y en Cataluña que pueden ser fuertes y persistentes, además de en el entorno del sistema Ibérico, de la Comunidad Valenciana y Baleares. Podría nevar en Pirineos y en la cordillera Cantábrica a partir de 1.500 o 1.700 metros.
Según ha indicado Del Campo, en el resto del país habrá intervalos nubosos pero sin lluvia y con valores que bajarán de forma notable, con descensos de entre 8 y 10 grados con respecto al lunes en puntos del norte. Por ejemplo, en Vitoria y Pamplona, donde el sábado se registraron 33 y 34 grados respectivamente, no está previsto que se superen los 17 grados.
El miércoles se prevén chubascos en Cataluña y Baleares, que podrían cobrar cierta intensidad, mientras que en el resto de España prevalecerá el cielo despejado y con valores que empezarán a ascender por el oeste, aunque aún persistirá un ambiente fresco, incentivado por el viento, en zonas del nordeste. Este ambiente fresco cesará a partir del jueves con la vuelta del calor, con menos intensidad que la semana anterior, pero se volverán a superar los 30 grados en buena parte de Extremadura y Andalucía, e incluso 34 y 35 grados en áreas del Guadalquivir.
Estas jornadas, las precipitaciones serán "escasas" y quedarán restringidas a la zona de los Pirineos y a otras zonas de montaña con nubes de evolución que podrán dar lugar a chaparrones débiles y aislados. El portavoz de Aemet señala que a partir del viernes y el fin de semana, continuará este ascenso térmico, y se podría tener valores diurnos de entre 5 y 10 grados superiores a los habituales para la época del año en gran parte de España, con 34 grados en cuencas del Ebro, valles del Tajo, Guadiana y Guadalquivir, así como noches tropicales en puntos del sur peninsular.
El archipiélago canario estará dominado por vientos alisios durante la primera mitad de la semana, más intensos y con posibles lloviznas; a partir del jueves, vientos alisios más flojos y temperaturas en ligero ascenso.