Una nueva investigación de la Universidad de Plymouth (Reino Unido) ha demostrado que poder ver espacios verdes desde las ventanas de casa se asocia con la reducción de los antojos de alcohol, cigarrillos y alimentos dañinos, que se hacen menos intensos y frecuentes.
Se trata del primer estudio en demostrar que la exposición pasiva a espacios verdes cercanos está relacionada con frecuencias más bajas y fortalezas menores en los antojos. Se ha basado en investigaciones anteriores que sugieren que el ejercicio en la naturaleza puede reducir los antojos, con la intención de demostrar que lo mismo puede ser cierto independientemente de la actividad física.
Los investigadores aseguran que sus hallazgos se suman a la evidencia que apunta a la necesidad de proteger e invertir en espacios verdes dentro de los pueblos y ciudades, para maximizar los beneficios de salud pública que pueden pagar.
El estudio, publicado en la revista Health & Place, es el primero en investigar la relación entre la exposición a ambientes naturales, el deseo de una variedad de sustancias y la experiencia de emociones o sentimientos negativos. Para ello, participaron académicos de la Escuela de Psicología de la Universidad, con el apoyo del Centro Europeo para el Medio Ambiente y la Salud Humana de la Universidad de Exeter.
Leanne Martin, quien dirigió la investigación como parte de su máster en Plymouth, señala que "se sabe desde hace tiempo que estar al aire libre en la naturaleza está relacionado con el bienestar de una persona. Pero para que exista una asociación similar con los antojos simplemente por poder ver espacios verdes agrega una nueva dimensión a la investigación anterior. Este es el primer estudio que explora esta idea y podría tener un rango de implicaciones para la salud pública y los programas de protección ambiental en el futuro".
Para la investigación, los participantes completaron una encuesta en línea que exploró las relaciones entre varios aspectos de la exposición a la naturaleza, el deseo y el efecto negativo. Entre otras cosas, midió la proporción de espacios verdes en el vecindario residencial de cada participante, la presencia de vistas verdes desde su hogar, su acceso a un jardín y su frecuencia de uso de espacios verdes públicos.
Los resultados mostraron que tener acceso a un jardín o un huerto estaba asociado con una menor fuerza de los antojos y su frecuencia, mientras que las vistas residenciales que incorporaban más del 25% de espacio verde provocaban respuestas similares.
El estudio también midió la actividad física realizada en el mismo período de tiempo en que se evaluaron los antojos, mostrando que la reducción de los antojos se produjo independientemente del nivel de actividad física.
La doctora Sabine Pahl, profesora asociada en Psicología, explica que "el anhelo contribuye a una variedad de comportamientos perjudiciales para la salud, como fumar, beber en exceso y comer de manera poco saludable. A su vez, esto puede contribuir a algunos de los mayores desafíos de salud a nivel mundial de nuestro tiempo, incluido el cáncer, la obesidad y la diabetes".
Mostrar que un menor deseo está relacionado con una mayor exposición a los espacios verdes es un primer paso prometedor -insiste-. Las investigaciones futuras deberían ahondar sobre si los espacios verdes se pueden usar para ayudar a las personas a contener los antojos problemáticos, y cómo gestionar mejor los intentos de dejar estos consumos en el futuro".
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