Aunque en España no es una carne muy común, en América del Norte la carne de bisonte o búfalo es bastante conocida y consumida, y una de las formas más populares de hacerlo es como hamburguesas. Precisamente esta forma de producción parece haber desencadenado un nuevo brote de intoxicación alimentaria.
En total, según datos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), existirían hasta 21 individuos intoxicados en siete estados diferentes por un brote de Escherichia coli ligado a la carne de bisonte, de las cuales al menos 8 habrían sido hospitalizados.
Según los mismos CDC, el brote se habría producido en carne picada de bisonte propiedad de Northfork Bison Distributions. La compañía ya ha retirado el cargamento de hamburguesas producido entre el 22 de febrero de 2019 y el 30 de abril de 2019.
Además, los CDC puntualizan que, aunque existen individuos que han consumido hamburguesas de esta empresa en las fechas mencionadas, igualmente deben devolverlas o tirarlas sí aún poseen más en casa.
En total, entre los 21 individuos afectos, se han detectado dos cepas de E. coli: cepa 0103 y 0121. Ambos tipos producen toxinas Shiga, las cuales son capaces de atacar al revestimiento de los vasos sanguíneos, desencadenando síntomas tras el paso de 3 o 4 días de consumir el alimento infectado.
Los síntomas pueden ir desde calambres estomacales intentos hasta vómitos y diarrea sanguinolenta. La recuperación completa puede precisar el paso de una semana. Sin embargo, en individuos muy jóvenes o muy ancianos, los síntomas pueden durar incluso más tiempo, y ser de mayor gravedad.
Se sabe que existen algunos casos de infección por E. coli productora de toxina Shiga que desecadenaría un conjunto de síntomas conocido como el síndrome urémico hemolítico, el cual puede producir una insuficiencia renal. De momento, en el brote actual, no ha existido ningún caso de estas características.
Finalmente, los CDC han elaborado una serie de consejos, los cuales serían aplicables a cualquier brote de intoxicación alimentaria:
- Desinfectar cualquier superficie u objeto, incluyendo los cajones de la nevera, que hayan estado en contacto con el producto infectado (la carne picada de bisonte, en este caso).
- Comprobar, si se cena en algún restaurante donde se sirva este tipo de carne, que dicho alimento sea cocinado a una temperatura mínima de 72ºC.
- Respecto al tratamiento con antibióticos, se desaconseja su uso, dado que pueden provocar un "efecto rebote", provocando que la cepa E. coli produzca más toxinas Shiga.
- Finalmente, los CDC aconsejan que los productos derivados susceptibles de ser infectados (productos de bisonte, en este caso), se retiren o se devuelvan a las tiendas. Y, si se experimenta algún síntoma y puede tener relación con el brote de intoxicación alimentaria, se acuda al médico para descartar la infección.
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