El intestino, ese tubo que parte del estómago y llega hasta el ano dividido en dos conocidos tramos -el delgado y el grueso-, es un órgano de gran importancia para nuestra salud, no solo en relación con la digestión, sino con otros muchos aspectos.
Es de sobra conocido que en él habitan billones de microorganismos, conocidos como microbiota intestinal, que influyen en el modo que absorbemos los nutrientes de los alimentos que tomamos, así como la eficacia con la que funcionan nuestras defensas inmunes, además de otros aspectos tan diversos como la presión arterial, el proceso de envejecimiento y la probabilidad de desarrollar ansiedad o depresión. Por lo tanto, mantener nuestro intestino sano es importante no solo para la salud digestiva sino también para la salud física en general e incluso el bienestar mental.
Los estudios sobre la salud intestinal son muchos y muy variados. De hecho, recientemente, los investigadores del Centro Médico de la Universidad de Groningen (UMCG) en Países Bajos se propusieron examinar qué dietas y grupos de alimentos tienen los efectos más beneficiosos sobre la salud intestinal.
En general, el estudio concluyó que "una dieta caracterizada por nueces, frutas, mayor ingesta de vegetales y legumbres que proteínas animales, combinada con un consumo moderado de alimentos derivados de animales como pescado, carne magra, aves, lácteos fermentados bajos en grasa y rojo el vino, y una menor ingesta de carnes rojas, carnes procesadas y dulces, se asocia beneficiosamente con el ecosistema intestinal".
En contraste, una alta ingesta de carne roja, comidas rápidas y azúcares refinados se relaciona con niveles más bajos de bacterias beneficiosas y niveles más altos de marcadores inflamatorios.
Una forma en la que cada vez más personas intentan mejorar su salud intestinal es tomando probióticos y prebióticos. Un estudio revela que casi cuatro millones de adultos estadounidenses toman de forma habitual suplementos probióticos y prebióticos para ayudar a mejorar su salud gastrointestinal. Sin embargo, si bien es cierto que tomar suplementos puede ayudar, mantener una dieta saludable es mucho más recomendable. Por ese motivo, hemos compilado algunos de los mejores alimentos para ayudar a que nuestro intestino se encuentre en un buen estado de salud.
Yogur
El yogur es un alimento fermentado de forma natural que con propiedades probióticas. Un estudio demostró que las mujeres que comieron un yogur rico en probióticos durante cuatro semanas mantuvieron una mejor salud gastrointestinal, comodidad digestiva y una mejora general en la calidad de vida.
Sin embargo, no todos los tipos de yogures son igual de saludables. Algunos de ellos, como demuestran los estudios, contienen bacterias que no son tan saludables como cabría esperar; otros se han producido de tal forma que se han eliminado sus propiedades beneficiosas.
Por tanto, una buena alternativa al yogur, si queremos asegurarnos que tomamos un producto beneficioso, es el kéfir. De esta forma, nos aseguraremos de que posean, al menos, menos mil millones de unidades formadoras de colonias (UFC), que tendrán un impacto positivo en nuestros intestinos.
Ajo
Es otro de los alimentos que no pueden faltar si queremos cuidar de nuestros intestino. Además de proporcionar fibra de inulina, el ajo también es rico en fructooligosacáridos prebióticos naturales (FOS). Algunas investigaciones descubrieron que el ajo aumenta las buenas bifidobacterias en el intestino, lo que ayuda a prevenir algunas enfermedades e irregularidades gastrointestinales. Otros alimentos ricos en estos elementos son los puerros, los espárragos y las cebollas.
Cebada
Este cereal contiene una buena cantidad de fibra prebiótica beta-glucano. Según un estudio, esta fibra ayuda a aumentar el crecimiento y los beneficios probióticos de cuatro cepas buenas de lactobacillus. Otro estudio alcanzó conclusiones similares en relación con las bifidobacterias B.
Manzanas
Este es uno de los alimentos que más suele relacionarse con una vida sana. Y no es para menos. Sus propiedades son múltiples, y entre ellas tenemos cuidar de nuestra salud intestinal. Esto podría deberse en gran medida a su contenido de pectina. Las pectinas, un tipo de heteropolisacáridos, representan alrededor del 50 % del contenido de fibra en una manzana. Algunas investigaciones han demostrado que con ellas, se puede aumentar en la cantidad de ácidos grasos de cadena corta, uno de los alimentos favorito de las bacterias buenas que habitan en los intestinos. Además de potenciar la presencia de bacterias buenas, puede ayudar a reducir las bacterias malas.
Cacao
Al contrario que la anterior, si algo se relaciona hoy con una dieta poco saludable es el chocolate. Un alimento que se basa en el cacao, aunque con muchos otros ingredientes. De hecho, las peores repercusiones de comer chocolate no las debemos al cacao, sino, por ejemplo, a los azúcares.
En cambio, el cacao no es un alimento especialmente poco saludable e, incluso, se le reconocen importantes beneficios para la salud. Este fruto es rico en flavanoles de polifenoles que, además de sus propiedades saludables para el corazón, también tienen un efecto prebiótico. Un estudio demostró que consumir una bebida rica en flavanoles de cacao aumentó significativamente las buenas bifidobacterias B y el contenido de lactobacilos en el intestino al tiempo que redujo los malos recuentos de bacterias. Para obtener el mayor rendimiento de flavanol una de las mejores opciones es optar por consumir semillas de cacao. Otra opción es el optar por un chocolate negro con al menos 85 % de contenido de cacao.
Hinojo
El hinojo, una planta con un bulbo pálido y largos tallos verdes, se usa para agregar sabor a los alimentos. Su contenido de fibra ayuda a prevenir el estreñimiento y mejora la regularidad en su tracto digestivo. Además, también contiene un agente antiespasmódico que relaja los músculos lisos del tracto digestivo. Esta acción puede reducir los síntomas digestivos negativos como hinchazón, flatulencia y calambres, según demuestran las investigaciones.
Papaya
Esta sabrosa fruta tropical contiene una enzima digestiva llamada papaína. Entre las diversas funciones que desempeña en nuestro organismo, destaca su ayuda a desarrollar el proceso digestivo , ya que colabora en la descomposición de las fibras de proteínas. Si bien no es necesario en su dieta, puede ayudar a la digestión de proteínas. Además, esta enzima también colabora para aliviar los síntomas del síndrome del intestino irritable (SII), como el estreñimiento y la hinchazón. De hecho, es frecuente encontrar la papaína como uno de los ingredientes principales en los suplementos digestivos debido a sus capacidades gastrointestinales.
Remolacha
La Beta vulgaris, también conocida como remolacha, es una especie de planta herbácea del género Beta. Entre otras cosas, destaca por ser una buena fuente de fibra. Unos 100 gramos de remolacha pueden contener alrededor de 3 gramos de fibra, una cantidad importante que ayudará a mantener sanos nuestros intestinos. La fibra ingerida se dirige directa al colon, la digestión y se dirige a su colon, donde alimenta sus bacterias intestinales saludables o agrega volumen a las heces, lo que mejora la digestión.