La alimentación es uno de los pilares más importantes para prevenir el riesgo de
cáncer colorrectal -o cáncer de colon-. Se trata del tumor más frecuente de España -sin contar el cáncer de piel no melanoma-, según el informe Las cifras del Cáncer 2019 de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM): se estima que en 2019, aparecerán un total de 44.937 casos. Sin embargo, también es una de las enfermedades más prevenibles, y sobre todo curables: si el cáncer de colon se detecta en fases tempranas, se podrá curar hasta en el 90% de los casos.
Para ello, es importante adoptar hábitos de vida saludables, entre los que se incluye de una manera muy relevante una alimentación saludable. Tal y como expone en su web la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAP), "existen medidas sencillas que constituyen hábitos de vida saludables eficaces en la ayuda para la prevención del cáncer". Las más importantes: llevar una alimentación saludable -ahora veremos cómo-; practicar ejercicio físico regular evitando la obesidad; no fumar; y moderar el consumo de alcohol.
Alimentación rica en fibra, frutas y vegetales
Comenzamos primero por la parte mala, y vayamos después a la buena. Una mala alimentación ha demostrado influir de forma negativa en el desarrollo del cáncer de
colon. Y para esto, veamos tres afirmaciones importantes. Una mala alimentación o llevar lo que se denomina una 'dieta inflamatoria', tal y como vimos en este artículo puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de colon o colorrectal.
Por su parte, y según informa la FEAD en su informe Recomendaciones nutricionales "una dieta rica en grasas animales y pobre en fibra puede aumentar el riesgo de cáncer colorrectal". Y más concretamente, "una dieta rica en carnes rojas, procesadas o carnes que han sido sometidas a altas temperaturas, como las barbacoas o los fritos pueden aumentar el riesgo de cáncer colon", afirma a EL ESPAÑOL Susana Jiménez, especialista en Aparato Digestivo y portavoz de FEAD.
Vista estas tres afirmaciones, vayamos ya con la parte buena, con la dieta que disminuye el riesgo de desarrollar este tumor. La dieta protectora frente al cáncer
de colon debe ser una dieta saludable rica en fibra, frutas y vegetales, y en las que las grasas estén muy controladas. "Se ha visto que una dieta rica en frutas y
verduras puede reducir el riesgo de cáncer de colón. Más detalladamente, se ha
comprobado -según estudios- que tomar más de 800 gramos al día de frutas y
verduras, ejerce un efecto protector contra el cáncer de colon", añade la doctora.
Incluye fibra y también ejercicio físico
Los alimentos ricos en fibra son otros de los grandes aliados para disminuir el riesgo de padecer este tumor. "Tomar una cantidad mayor de 10 gramos al día de fibra previene no solo del cáncer de colon sino también del desarrollo de adenomas, que son las lesiones benignas sobre las que se desarrolla el cáncer", asegura Jiménez, con datos de diferentes estudios e investigaciones. Tampoco debemos olvidarnos del pescado. Fundamental consumir pescados de todo tipo, tanto blancos como azules (ricos en omega 3).
Pero además de la alimentación hay otro factor que no debemos olvidar en la prevención del cáncer de colon y que tiene que ver con los hábitos de vida saludable que comentamos al principio: la práctica regular de ejercicio físico. Según expone Jimenez, "ha quedado demostrado que la práctica de ejercicio regular disminuye el riesgo de cáncer de colon hasta en un 25%".
La práctica de ejercicio físico, llevar una vida activa y evitar la obesidad son
factores protectores frente al cáncer de colon. Fundamental prestar atención a la
obesidad ya que "el 20% de los cánceres tiene una relación directa con la
obesidad", según expone una guía elaborada para prevenir el cáncer, elaborada
por la Fundación CRIS, con el aval de la SEOM y de la Sociedad Española de
Endocrinología y Nutrición: "El exceso de peso se relaciona con al menos 12 tipos
de cáncer -incluido el cáncer de colon-. (Boca, esófago, mama, hígado, estómago,
vesícula biliar, páncreas, riñón, colorrectal, ovario, próstata y endometrio)".
Y por último, es de vital importancia, sobre todo para las personas con riesgo de
cáncer de colon recordar la importancia que tienen, en este tumor, los programas
de cribado. Según datos reciente expuestos por FEAD, "existe evidencia de que el
cribado del cáncer colorrectal en población de riesgo medio, con prueba de sangre
oculta en heces anual o bienal o colonoscopia cada 10 años, disminuye la
incidencia y la mortalidad por esta neoplasia".