La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha ampliado la alerta que emitió el pasado viernes para avisar de la presencia de leche, un alérgeno, no declarada en el etiquetado de una variedad de turrón.
La presencia de este ingrediente tan popular en los alimentos debe constar de forma obligatoria en el etiquetado debido a que puede provocar distintas reacciones en las personas alérgicas o intolerantes a la lactosa.
Según explica la Aesan, el producto en cuestión es el turrón blando de almendra de la marca Vicens, que se vende en unidades de 500 gramos y cuya fecha de consumo preferente es 02/2021. El número de lote original del producto afectado es 329-X, pero ahora se suma el lote 429-M -con fecha de consumo preferente 04/2021- después de que la empresa fabricante haya detectado la presencia de leche en otro de sus análisis.
Como suele ser habitual, el organismo, que depende directamente del Ministerio de Sanidad, tuvo conocimiento del incidente gracias a una notificación trasladada por las autoridades sanitarias de Cataluña a través del Sistema Coordinado de intercambio Rápido de Información (Sciri). "La empresa fabricante detectó el problema en uno de sus autocontroles, activó su procedimiento de gestión de alertas y ha avisado a sus clientes", señala la Aesan.
El turrón afectado fue fabricado en Cataluña y habría sido distribuido prácticamente por toda España: Castilla La Mancha, Comunidad Valenciana, Andalucía, Asturias, País Vasco, Castilla y León, Islas Baleares, Cantabria, Galicia, Canarias, La Rioja, Comunidad de Madrid, Cataluña, Murcia, Navarra, Aragón, Francia y Andorra. La Aesan ha procedido a alertar a las autoridades sanitarias de estas comunidades para que retiren el turrón de los comercios a los que haya podido llegar.
"Como medida de precaución, se recomienda a aquellos consumidores alérgicos a la leche que pudieran tener el producto anteriormente mencionado en sus hogares que se abstengan de consumirlo", señala la Agencia. “Asimismo se indica que el consumo de este producto no comporta ningún riesgo para el resto de consumidores”, finaliza.
Cómo elegir bien el turrón
El turrón tiene unas 500 calorías de media por cada 100 gramos, toda una bomba. Básicamente, tanta energía viene en forma de azúcar y grasa, lo que no es recomendable para nadie, pero menos para personas con diabetes, obesidad o quienes se tienen alguna dolencia cardiovascular.
Aunque un dietista-nutricionista nunca te dirá que el turrón es un alimento sano, hay que tener en cuenta algunos matices. Sí, hay postres mucho peores. Dentro de lo que cabe, los ingredientes que se utilizan en su elaboración tampoco están tan mal. Bueno, básicamente, un ingrediente: las almendras.
Así lo considera la experta Marián García (Boticaria García). En su opinión, las almendras marcan la diferencia, porque hacen que la grasa que contiene este producto sea de buena calidad, con gran cantidad de ácidos grasos insaturados similares a los del aceite de oliva. Esto quiere decir que el turrón, al menos, no tiene colesterol. En el lado positivo, el turrón también tienen proteínas procedentes del huevo, además de vitamina E, calcio, potasio, zinc, magnesio y ácido fólico.
En cualquier caso, casi todos los beneficios que le podemos atribuir provienen de su alto contenido en almendras así que, cuantas más, mejor. Las dos variedades tradicionales son el turrón de Alicante o turrón duro y el de Jijona o turrón blando. En el primero, vemos claramente las almendras y en el segundo no, pero en realidad están hechos con los mismos ingredientes, solo que en el de Jijona las almendras se trituran.
Así que lo importante en ambos casos es fijarse en la calidad, que viene marcada, precisamente, por la cantidad de almendras. La "categoría suprema" tiene un 60% de almendras. Después están la extra, la estándar y popular. En esta última, las almendras sólo representan el 30%, así que merece la pena gastarse un poco más y apostar por la primera, aunque sea más cara.