Como negarse a una buena mariscada o a una buena ración de marisco: vieiras, mejillones, langostinos… El marisco es y será uno de los protagonistas de la Navidad, a pesar de ser de los productos más caros del mercado, según lo mostraba recientemente un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Sabemos que el marisco, además de ser uno de los productos más ricos de nuestra gastronomía, es también uno de alimentos con más beneficios para nuestra salud. Tanto el pescado como el marisco son ricos en proteínas y sobre todo en grasas saludables.
Según las recomendaciones, hay que tomar 3-4 raciones semanales de pescado siendo una o dos, pescado azul. Aquí os explicábamos las nuevas y recientes recomendaciones que expuso la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, dependiente del ministerio de Sanidad, el pasado mes de noviembre.
A pesar de sus múltiples beneficios, es importante moderar el consumo de marisco y no pasarnos de la raya. El marisco en exceso puede traer consigo algunas consecuencias negativas en la salud como la subida de los niveles de ácido úrico en sangre o alergias y/o reacciones alimentarias. Es importante también que el marisco esté bien cocinado para evitar intoxicaciones.
Subida del ácido úrico o hiperuricemia
Una de esas consecuencias del exceso de ingesta de marisco es la subida de los niveles de ácido úrico en sangre o hiperuricemia. Tal y como explicábamos en este artículo esta subida se produce, generalmente, por dos motivos: porque nuestro organismo no es capaz de eliminar esta sustancia a través de la orina (como se suele hacer normalmente) o porque estamos llevando una dieta con exceso de purinas, una sustancia presente en algunos alimentos como por ejemplo, el marisco y las carnes rojas.
Desde el Colegio Oficial de Podología de la Comunidad de Madrid (COPOMA) advierten -con motivo de las fechas navideñas- que comer marisco en exceso puede ser peligroso, sobre todo para algunas personas: "El marisco aumenta considerablemente los niveles de ácido úrico en la sangre y cuando nuestro cuerpo no es capaz de eliminarlo correctamente, aumentan las posibilidades de padecer la famosa gota", que es un tipo de artritis.
Aunque la gota sea una enfermedad que parece un tanto olvidada, sólo en España afecta a más de 880.000 personas, como informó recientemente la Sociedad Española de Reumatología (FER). La gota es una enfermedad reumática que padecen sobre todo hombres adultos y mujeres postmenopaúsicas. Según esta sociedad, "la gota se produce por la formación de cristales de una sal del ácido úrico (urato de sodio) en los tejidos, más frecuentemente en las articulaciones".
Es frecuente que sean los pies -informan desde el COPOMA- las articulaciones que primero se ven afectadas. De hecho "es muy frecuente que esta patología se detecte por inflamaciones en el dedo gordo. Por lo general, el dolor aparece repentinamente y por la noche, cuando los pies están más fríos e inmovilizados", explican. Además del tratamiento farmacológico, la dieta es fundamental para controlar y tratar esta enfermedad. En este artículo, os contamos cómo disminuir los niveles de ácido úrico.
Otra de las consecuencias de tener niveles elevados de ácido úrico es que puede ser perjudicial para la salud cardiovascular. Según un trabajo publicado en 2016 por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y realizado por expertos del Hospital Universitario de Bellvitge, "los pacientes que ingresan en el hospital por insuficiencia cardiaca aguda con exceso de ácido úrico en sangre, doblan su tasa de mortalidad a un año de seguimiento, en comparación con aquellos que no tienen hiperuricemia".
Para controlar los niveles de ácido rico en sangre, es fundamental, tal y como recomienda esta sociedad, reducir el consumo de alimentos ricos en purinas y llevar una dieta baja en grasas, controlando la cafeína y el alcohol. Ésta es la dieta que deberías seguir para bajar el ácido úrico y evitar que suba.
Intoxicaciones y alergias alimentarias
Según datos de HM Hospitales, en España, hay casi dos millones de personas alérgicas a algún alimento o a alguno de sus componentes. Y es el marisco junto con otros productos como la leche, los cereales, los huevos, el pescado o los frutos secos los que suelen provocar la mayoría de las reacciones alérgicas. En Navidad, las visitas a Urgencias se suelen duplicar, siendo éste uno de los motivos.
Para no tener sustos en este sentido, es muy importante la prevención y seguir estas cuatro pautas que ofrece María Muñoz Pereira, alergóloga de los hospitales HM Montepríncipe y HM Puerta del Sur. Estas son:
1. Que los pacientes que ya saben que padecen una alergia alimentaria no prueben productos nuevos.
2. Intentar no comer productos fuera de casa de los que no se está totalmente convencido de su tolerancia.
3. Llevar siempre la medicación de urgencia indicada por el especialista.
4. Y por último, reconocer los síntomas susceptibles de aparecer en los primeros minutos después de ingerir alimentos, y ante cualquier sospecha de reacción alérgica, acudir a urgencias lo antes posible.