El desarrollo de un fármaco o "píldora mágica" que sea capaz de imitar los beneficios del ejercicio físico lleva años en la mente de multitud de grupos de investigadores. Sin embargo, conseguir dicho objetivo no es fácil, aunque algunos ya han logrado algunos avances, como los científicos del Instituto Salk y su fármaco para mejorar la resistencia de los runners.
Ahora, un nuevo grupo de investigadores de la Universidad de Michigan, dirigidos por Myungjin Kim, ha detectado que existe un grupo de proteínas que, si pudiese replicarse en forma de fármaco, ayudaría a quemar grasa y aumentar la resistencia física sin necesidad alguna de realizar ejercicio. En otras palabras, se trataría de tomar un medicamento que imitaría literalmente los beneficios del ejercicio.
Según el nuevo trabajo, publicado en Nature Communications, el grupo de proteínas llamado Sestrin sería la clave para replicar los beneficios del ejercicio: alterar la cantidad de Sestrin naturalmente presente en el cuerpo humano podría ayudar a la mencionada quema de grasa y mejor la resistencia física.
Grupo de proteínas
En investigaciones anteriores ya se había descubierto que Sestrin tiende a acumularse en los músculos tras realizar ejercicio, aunque nunca se había entendido el papel de este grupo de proteínas en dicha situación.
Así pues, este grupo de investigadores inició su trabajo creando un grupo de moscas de la fruta alteradas genéticamente para no producir Sestrin.
Dichas moscas fueron colocadas en viales que caían cada 15 segundos, lo que provocaba que treparan repetidamente o volviesen a volar hasta la parte superior del contenedor; una situación similar a una cinta de correr para moscas.
Tras tres semanas de entrenamiento, las moscas de la fruta normales mostraron mejoras en el rendimiento y mantuvieron mayores intensidades de ejercicio durante periodos más largos. Sin embargo, las moscas de la fruta modificadas genéticamente, que carecían de Sestrin, no mostraron ninguna mejora en absoluto, algo que indicaría que Sestrin tiene un papel crucial para generar adaptaciones al ejercicio.
Posteriormente, se creó otro grupo nuevo de moscas que expresaban más Sestrin de lo normal, colapsando sus músculos debido a la exagerada cantidad de la proteína. Así, sin necesidad de realizar ejercicio alguno, las moscas mostraron mejoras en el rendimiento, superando incluso a las moscas normales.
De animales a humanos
En este caso se corroboró que Sestrin tiene un papel en la modificación de las capacidades físicas. Además, también se comprobó que, a pesar de realizar ejercicio, las moscas con más Sestrin de lo normal no obtenían beneficios por la realización del mismo. El mero hecho de tener mucho Sestrin muscular de forma artificial ya las había llevado a su límite de mejora.
Para finalizar los experimentos, se repitieron los mismos pasos en ratones, creando un grupo de roedores incapaces de producir Sestrin. Una vez más, estos ratones no eran capaces de quemar grasa, aumentar su capacidad aeróbica o mejorar su respiración a pesar de realizar ejercicio como sus congéneres no modificados.
Por tanto, según los investigadores, todos estos hallazgos indicarían que usar Sestrin podría ayudar a reducir el desgaste muscular en los humanos sin necesidad de realizar ejercicio físico. Aunque probablemente un producto de estas características sería visto como una especie de dopaje a nivel de competición, pero podría ser un potencial tratamiento para mejorar o curar lesiones musculares o incluso evitar la atrofia muscular en individuos de edad avanzada.
De todas formas aún queda mucho que investigar respecto al grupo de proteínas Sestrin, y sobre todo para corroborar su seguridad y sus efectos a corto, medio y largo plazo. Por el momento se sabe que usar Sestrin de forma artificial sería complicado en humanos, dado el tamaño de estas moléculas, aunque ya se está trabajando para poder reducir su tamaño y poder administrarlas artificialmente en seres humanos.