En un gimnasio común existen multitud de máquinas diferentes, desde aquellas que buscan mejorar el ámbito de la resistencia o "cardio" hasta aquellas que buscan mejorar en el ámbito de la fuerza o musculación. De hecho, en este último caso, cada vez son más las máquinas guiadas y creadas específicamente para un ejercicio en particular, algo que no todos los expertos del ejercicio físico ven con buenos ojos.
Sin embargo, dentro del ámbito de los ejercicios de resistencia, siguen existiendo más o menos las mismas máquinas que antaño: la cinta de correr, la bicicleta estática común, la bicicleta estática de spinning, y la máquina elíptica. Precisamente esta última, conocida como "elíptica" sin más, llegó a los gimnasios y domicilios en la década de 1990 como una especie de cinta de correr para perezosos por su menor impacto y suavidad respecto a una cinta de correr común. Pero la realidad es que tiene más beneficios de los que se suelen tener en cuenta.
Como bien recuerda en Quartz Edward Laskowski, codirector del Centro de Medicina Deportiva de la Clínica Mayo, la máquina elíptica es ideal para aquellos individuos que sufren algún tipo de problema articular o lesión deportiva donde el mero hecho de correr (ya sea en cinta o al aire libre) les provocaría dolor: el movimiento de la elíptica es menos estresante, menos vigoroso y más suave, pero sigue siendo ejercicio de resistencia. De hecho, este tipo de máquina permitirá a aquellos individuos con algún tipo de artritis realizar ejercicio durante más tiempo, y con menos dolor o sin ni siquiera sufrir algia alguna.
Distintas zonas del cuerpo
Por otro lado, el uso de la máquina elíptica también tiene beneficios a nivel lumbar, dado que no existe necesidad de mantener el equilibrio en dicha zona, pues los pies no se alejan de los pedales y no hay golpes contra el suelo, lo que beneficia a esa zona de la espalda. Así lo demuestran algunos estudios realizados por John Porcari , profesor de Ejercicio y Ciencias del Deporte de la Universidad de Wisconsin-La Crosse, y sus colegas: la fuerza que soporta el organismo se reduce a la mitad respecto al hecho de correr en cinta o al aire libre.
Por su parte, la máquina elíptica no solo trabaja el tren inferior o piernas, sino también los brazos, dado que está hecha para que ambos miembros superiores tiren y empujen de forma continuada, a la vez que se mantienen en movimiento los músculos de los hombros y la zona superior de la espalda. Con ello, la elíptica ayuda a mantener una buena postura. No es la máquina ideal para mejorar la fuerza o la musculación, pero sí para mantener el organismo en movimiento sin sufrir peligros de lesión como sí se podrían dar en el levantamiento de peso.
Así mismo, dado que hablamos de un tipo de máquina cuyo objetivo es realizar un ejercicio de resistencia, en los que participan diversos grupos musculares, también cabe destacar su potencial para quemar calorías: diversos estudios sugieren que se puede realizar más trabajo muscular con menos esfuerzo percibido que en otros ejercicios, algo que ayudaría a quemar calorías sin notar la fatiga tan rápido. Además, otras investigaciones han demostrado que las máquinas elípticas también requieren de una significativa participación de los músculos principales de las piernas (cuádriceps e isquiotibiales), y en mayor medida que otros ejercicios cuyo esfuerzo percibido es mayor, como el ciclismo. Y precisamente los grandes músculos de las piernas y su movimiento son los que más energía requieren.
Como salir a correr
No está claro cuántas calorías puede ayudar a quemar una máquina elíptica, igual que sucedería con cualquier ejercicio aeróbico o de resistencia: depende de la intensidad del trabajo realizado, el entrenamiento previo, el tiempo que se dedica a dicho ejercicio, la edad y sexo del individuo que lo realiza, etc. Aún así, los estudios llevados a cabo por Porcari y sus colegas sugieren que es posible llegar a quemar una cantidad similar a salir a correr cuando el esfuerzo percibido sea similar. Además, la condición física puede mejorar de forma similar tanto si se realiza ejercicio corriendo en cinta como si se hace elíptica.
Cabe destacar que las mediciones de calorías de una máquina elíptica de gimnasio, o cualquier otra máquina que estime dicha quema de calorías, suelen ser inexactas: las estimaciones pueden variar hasta un 25% respecto a la realidad, y suelen indicar una quema superior a la real, según los estudios al respecto.
Por tanto, según los expertos, no existen inconvenientes significativos en el uso de este tipo de máquinas, pudiendo incluso ayudar a mejorar a deportistas de larga distancia como a aquellos que se están preparando para un maratón u otros eventos de un calibre similar, reduciendo por otro lado el riesgo de lesiones respecto al entrenamiento de carrera habitual.
Aunque parezca una "máquina para perezosos", la realidad es que las ganancias en movilidad y el gasto energético no tienen nada que envidiar a otras máquinas de ejercicio aeróbico, pero con el punto a favor de evitar estrés y posibilidad de lesión a nivel articular.