Los últimos productos que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha puesto bajo su lupa han sido los filetes de pavo procesados. Se diferencian de los filetes frescos por la adición de ciertas sustancias para alterar algunas de sus características. El sabor, en este sentido, es una de ellas: es posible encontrar en el súper bandejas de filetes de pavo marinados, al ajillo o al pimentón, entre otras elaboraciones.
Pues bien, la OCU ha reunido un total de 6 bandejas de filetes de pavo de este tipo y les ha puesto nota. En este artículo de EL ESPAÑOL desglosamos las características que reunía el ganador de la clasificación: la pechuga de pavo al ajillo de los supermercados Lidl. El organismo de consumo le otorgó una nota de 68 sobre 100 puntos. Es decir, fue considerado como un producto de buena calidad.
Ninguna de las bandejas de pavo procesado que analizó la OCU fue considerada como de mala calidad. Sin embargo, uno de los productos sí que suspendió: la bandeja de filetes de pavo al pimentón de Turkey Lovers. La carne de pavo de origen español de esta compañía recibió una valoración de 45 puntos sobre 100. A pesar de que ha recibido menos de la mitad de los puntos posible, el organismo considera el producto como de calidad media.
Pero, ¿por qué? Los productores de filetes procesados de pavo añaden ciertas sustancias para que, además del sabor, la textura sea óptima. En concreto, a este producto se le infiltra agua para que su textura final sea más tierna. Pero, además, es necesario añadir ciertos aditivos para retener dentro de la carne todo ese líquido.
Menos interés nutricional
Estos ingredientes extra constituyen un problema para la calidad nutricional del producto, pero no para su seguridad. Suelen ser fibras, almidones y sales que reducen la proporción total de pavo por cada filete. Es decir, si un filete fresco de pavo tiene un 100% de carne, en los procesados tendrá un porcentaje menor y el resto de la composición serán esos ingredientes con unas características menos útiles e, incluso, perjudiciales para la salud.
Los filetes al pimentón en cuestión tienen un 87% de carne de pavo. El resto es agua, sal, dextrosa de maíz —un tipo de azúcar—, aditivos y, por último, el pimentón y las especias. Una de las principales ventajas de la carne de pavo es que contiene muchas proteínas y poca grasa. Según la Federación Española de Nutrición (FEN), el pavo tiene casi un 22% de proteínas. Por esta razón, la OCU ha tenido en cuenta que el aporte de los filetes de pavo observados sea bueno y ha penalizado a todos aquellos pavos que no alcancen, por lo menos, un 14% de proteínas.
En este parámetro, el pavo de Turkey Lovers ha recibido un 0 sobre 100: los filetes contenían un escaso 12% de proteínas. Los expertos de la OCU han valorado con 2 puntos sobre 100 la proporción de agua que contenían los filetes. Al contrario que en el caso de las proteínas, cuanto mayor era su contenido de agua, más baja fue la nota que obtuvieron los filetes. Lo más probable es que el excesivo contenido de agua que han advertido en la OCU haya reducido la proporción de proteínas por filete, estando relacionadas así las dos nefastas calificaciones.
El producto analizado, además, suspendió en la proporción de aditivos y de sal que contenía. Esta última sustancia no sólo altera el sabor y alarga la vida útil del producto, sino que la OCU asegura en su página web que "las diferencias nutricionales entre los productos son debidas a la mayor o menor presencia de sal". Eso sí, los filetes de Turkey Lovers han recibido su mejor nota en el contenido de fibra: un 80 sobre 100. Esto quiere decir que utilizaron una cantidad pequeña entre los ingredientes. Este producto se utiliza, únicamente, para retener el agua dentro de la carne.
No, no es saludable
Recordemos que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la carne procesada es aquella que "ha sido transformada a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado u otros procesos para mejorar su sabor o su conservación". Es decir, este tipo de filetes pertenecen a este grupo y, por tanto, su consumo excesivo se relaciona con un mayor riesgo de padecer cánceres colorrectales, según explicó el mismo organismo en 2015.
A pesar de ello, la OCU ha decidido otorgar a este producto 70 puntos sobre 100 en su valoración nutricional. Los expertos destacaron que el pavo en cuestión tenía un contenido bajo en grasa, uno medio de sal y un 12% de proteínas, un aporte pobre de este macronutriente si lo comparamos con los filetes frescos.
Otro de los aspectos que han tomado para establecer esta clasificación es el índice de Nutriscore que, en este caso, es de categoría A, la mejor de todas. De todas formas, no es la primera vez que este sistema de la alimentación saludable sorprende por otorgar la clasificación de alimento saludable a ciertos ultraprocesados, como los refrescos sin azúcar.