La pérdida de peso es un problema complejo para el que no existe una receta única. De hecho, la alimentación no es ni mucho menos el único factor que hay que tener en cuenta a la hora de hacer dieta. La genética, el estrés, el metabolismo, el ejercicio físico, las horas de sueño o la masticación también juegan un papel fundamental en este proceso. Sin embargo, el ser humano es una especie que necesita respuestas urgentes a problemas complejos, y no duda en probar todo tipo de remedios para conseguir sus objetivos vitales.
Es precisamente por esta razón por la que los libros que prometen el milagro de la pérdida de peso en un periodo corto de tiempo suelen convertirse en auténticos éxitos de ventas. Y es precisamente también por esto por lo que internet está repleto de páginas en las que se proponen los más estrambóticos remedios. El de las bebidas para adelgazar es uno de los más habituales y extendidos. Basta con hacer una búsqueda en Google para encontrar todo tipo de disparates.
Uno de los más extendidos es el del vaso de agua con limón. Existen múltiples variantes para este remedio. Puedes tomar el vaso de agua con limón caliente, frío, en ayunas, tras tomar el desayuno, después de comer, y casi haciendo el pino puente. Los gurús que promueven el consumo de este brebaje mágico aseguran que es mano de santo. Que depura tu organismo, reduce la infecciones urinarias, previene el cáncer y, por supuesto, es una herramienta infalible para aquellas personas que buscan perder peso.
No es cierto. Tal y como explicamos en este mismo diario, el limón es un cítrico que aporta a nuestro organismo vitamina C, potasio y otro tipo de micronutrientes. Sin embargo, está lejos de ser un brebaje milagroso que favorezca la pérdida de grasa. “No hay ninguna evidencia de que el agua con limón funda o disuelva la grasa. Ojalá, la hubiera, pero no es un desengrasante. Si alguien quiere desengrasarse lo que debe hacer es comer de forma saludable y hacer ejercicio físico”, explica la farmacéutica y nutricionista Marián García en su blog. Por supuesto, tampoco depura ni detoxifica tu organismo, que para eso ya tenemos a los riñones.
Té verde
Otra de las bebidas populares que suele aparecer cuando se buscan remedios milagrosos para perder peso es el té, ya sea en forma de infusión o de suplemento. Tradicionalmente se ha pensado que las catequinas y la cafeína, dos sustancias que contiene el té verde, pueden jugar un papel importante en nuestro metabolismo y ayudar a la pérdida de peso. Sin embargo, la cosa no está del todo clara. En 2012, una revisión de ensayos clínicos apuntó que "la eficacia de las preparaciones de té verde en la pérdida de peso" sigue sin estar del todo clara.
"Las preparaciones de té verde parecen inducir una pérdida de peso estadísticamente no significativa en adultos con sobrepeso u obesidad. Debido a que la cantidad de pérdida de peso es pequeña, no es probable que sea clínicamente importante", se puede leer en el artículo. "El té verde no tuvo un efecto significativo en el mantenimiento de la pérdida de peso". Esta revisión fue analizada y corroborada posteriormente por la revista Canadian Pharmacists Journal en 2014. Es cierto que el té tiene algunas propiedades beneficiosas para la salud, y ha sido asociado como un menor riesgo de sufrir enfermedades cardiacas; sin embargo, se encuentra lejos de ser un brebaje milagroso antigrasa, tal y como también apuntó la EFSA en uno de sus informes.
Zumos detox
Por último, otro de los clásicos a la hora de perder peso son los zumos détox o ahora también llamados antiox. Los hay de todos los tipos y colores: de aloe vera, de alcachofa, de cilantro, de canónigos, de hinojo, de apio, de brócoli… Una amplísima variedad de productos que prometen desintoxicar nuestro hígado y riñones y depurar nuestro organismo. La EFSA se manifestó al respecto en un importante informe publicado en 2010, en el que prohibió hacer alegaciones en productos insinuando que depuraban o purificaban nuestro organismo.
Así, distintas investigaciones han demostrado que las dietas basadas en productos de este tipo no sólo no consiguen una pérdida de peso a largo plazo, sino que pueden perjudicar nuestro organismo. No existe evidencia científica que sostenga que este tipo de brebajes milagrosos ayuden a eliminar toxinas corporales ni a controlar el peso. Eso sí, su precio será considerablemente más elevado por lo que lo único que realmente podrían depurar es tu bolsillo.