Este es el truco para enfriar varias latas de refresco en sólo 3 minutos
Si necesitas un refresco frío, pero no te ha dado tiempo a enfriarlo en la nevera, puedes recurrir a este truco con cuatro objetos comunes.
10 septiembre, 2020 00:54Noticias relacionadas
El verano es la estación que más invita al consumo de refrescos. Son una de las soluciones más deliciosas para el calor y la sed, siempre y cuando se encuentre bien fría. Muchas veces el espacio en nuestros frigoríficos y nuestras neveras no es suficiente y no podemos enfriar a tiempo todas las latas que nos gustaría. Sin embargo, existe un truco científico que nos ayudará a tener bien frías estas bebidas en un abrir y cerrar de ojos.
Para realizarlo, solo necesitas cuatro cosas: un cubo que debe tener un tamaño acorde al total de latas que quieras enfriar, agua, bolsas de cubitos de hielo y, por último, sal. Si no es por la inclusión de este último mineral, la receta nos quedaría demasiado evidente. ¿Quién no ha utilizado nunca un recipiente con hielos para enfriar bebidas? Sin embargo, la sal es lo que hará que el proceso de enfriamiento se produzca a una mayor velocidad.
Así lo explica Miguel Ángel Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, en una publicación en Twitter. "Podemos enfriar una bebida en tan solo 3 minutos si la sumergimos en agua con hielo y añadimos abundante sal. La sal hace que disminuya el punto de congelación del agua: alcanza una temperatura inferior a 0 ºC sin congelarse (en torno a -15 ºC)", escribe el experto en su perfil de la red social.
Podemos enfriar una bebida en tan solo 3 minutos si la sumergimos en agua con hielo y añadimos abundante sal. La sal hace que disminuya el punto de congelación del agua: alcanza una temperatura inferior a 0°C sin congelarse (en torno a -15°C) #gominolasdepeseta pic.twitter.com/KrkIUCaVXC
— Miguel A. Lurueña (@gominolasdpetro) September 4, 2020
Una reacción endotérmica
La adición de sal al hielo para derretirlo es una solución conocida desde hace mucho tiempo y se sigue utilizando en invierno para evitar que los vehículos resbalen con las capas de agua congelada que se forman sobre la carretera. Al usarlo en este caso, la sal derrite los cubitos de hielo sin aumentar su temperatura. De esta manera, su temperatura por debajo de los 0ºC se transmite al agua que está en contacto con las latas de refresco.
De hecho, algunos de los tuiteros que han participado en la conversación abierta por Lurueña han destacado que la disolución del hielo por parte de la sal es una reacción endotérmica y, por sí misma, ayuda a rebajar la temperatura a la que se exponen las latas de refresco. Esta es la razón por la cual este truco consigue que las latas bajen de temperatura en un corto período de tiempo de 3 minutos.
Eso sí, este truco sirve simplemente para enfriar rápidamente las latas de refresco. Una vez se haya consumado la fusión del hielo, la temperatura del agua en la que se sumergen estas bebidas tenderá a igualarse a la del ambiente. Si nuestro propósito es enfriar unas latas de refresco, pero no consumirlas inmediatamente, puede utilizarse el remedio habitual que excluye el empleo de la sal. Es decir, dejando simplemente las latas en un cubo en contacto con cubitos de hielo.
El mejor refresco
Los refrescos son una de las opciones de bebida más habituales, pero no aportan ningún beneficio a nuestro organismo. La gran mayoría de los que se venden en el supermercado cuentan con un alto porcentaje de azúcares. Este nutriente tiene un alto poder energético, pero cada vez más estudios lo han relacionado con la aparición de enfermedades cardiovasculares, endocrinas e, incluso, oncológicas.
En el caso de los refrescos, el azúcar que contienen siempre es añadido. Es decir, una vez lo consumimos es absorbido rápidamente en el torrente sanguíneo y, como consecuencia, se generan picos de glucosa en nuestra sangre. Para reducir el aumento de azúcares en el organismo, el cuerpo libera cantidades de insulina proporcionales. Cuando este proceso se produce con demasiada frecuencia, se relaciona con el aumento de peso e, incluso, la obesidad. Pero, también, con la resistencia del organismo a la insulina, lo que puede desembocar en una diabetes tipo II.
Por esta razón, la mejor bebida que podemos consumir es el agua. Sin embargo, si queremos hacer un consumo de una bebida con burbujas, podemos optar por el agua con gas. Una bebida que no contiene más que agua y gas carbónico. Es, por tanto, una bebida muy hidratante que sólo se asocia a un perjuicio: según este artículo de EL ESPAÑOL, puede contribuir al desgaste del esmalte dental. Eso sí, en un grado muy inferior al de los refrescos azucarados convencionales.