La pandemia de Covid-19, la enfermedad transmitida por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, ha desencadenado un esfuerzo de investigación científica y médica inédito que nos ha permitido incrementar nuestro conocimiento sobre este mal casi en tiempo real. Así, aunque los primeros alegatos sobre alimentos que nos ayudarían a protegernos de la infección eran dudosos, ahora sabemos que las vitaminas que refuerzan el sistema inmune son beneficiosas de cara a la prevención, y que una microbiota intestinal correctamente modulada mediante la alimentación mejora su pronóstico.
La preocupación cada vez más frecuente por los efectos bioactivos de la nutrición a la hora de paliar carencias y problemas de salud -como por ejemplo, la presunta falta de vitamina D entre los españoles- ha conducido a la proliferación de productos 'enriquecidos', que añaden nutrientes como vitaminas y minerales que el alimento originalmente no contendría. Una línea de investigación popular en estos momentos, por ejemplo, es la que busca añadir ácidos grasos omega-3 a productos habituales, como la leche, para ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares a nivel poblacional.
El mercado de los productos lácteos 'enriquecidos' se ha multiplicado de forma ingente en los últimos años: encontramos leches con proteínas o con fibras, que tienden a presentar un problema similar. La cantidad que podremos encontrar en estos productos de los nutrientes adicionales es inferior a la de otros alimentos que los contienen de forma natural y que forman parte de una dieta saludable, como son las legumbres, las frutas y las verduras.
Hay casos más serios, recuerdan desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), como ocurrió con los probióticos enriquecidos con Lactobacillus casei inmunitass, que aseguraban tener un efecto potenciador de las defensas sin que la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA por sus siglas en inglés) acreditara esa afirmación. Ahora, la organización analiza un nuevo lanzamiento llamado 'Leche Salud' de Pascual, un 'cóctel' de vitaminas y minerales que debería contribuir al correcto funcionamiento del sistema inmune y protegernos de las infecciones -entre ellas, se intuye, la del coronavirus.
Al contrario que con los probióticos mencionado, los efectos bioactivos que publicita esta leche sí se corresponden con los criterios europeos: "Se han añadido a la leche vitaminas A, D, B12, B6 y B9 y minerales: zinc y selenio", explica la OCU. "Son un buen montón de nutrientes, precisamente los que la EFSA autoriza para realizar una declaración de salud relacionada con el funcionamiento normal del sistema inmunitario". Esto significa que "solo pueden alegar que tienen efecto en el sistema inmunitario los alimentos que hayan demostrado ser fuente de vitamina A, vitamina D, Vitaminas B6, B9 y B12, zinc o selenio".
"Como Pascual ha enriquecido su producto con todas ellas, sí está legalmente autorizado a alegar su efecto en el normal funcionamiento del sistema inmunitario", explica la OCU. Sin embargo, desde la organización advierten sobre la mercadotecnia que consiste en "despiezar" los nutrientes por separado en lugar de valorar el alimento al completo. "La leche es por sí misma un producto saludable. Una leche entera que de forma natural tiene calcio en cantidad suficiente, puede alegar que contribuye al mantenimiento de los huesos en condiciones normales".
En ese sentido, añadir los nutrientes reconocidos por la EFSA como activadores del sistema inmune podría ser una estratagema en otro tipo de productos, como la bollería, para hacer pasar como sano un producto que no lo es. Y aunque las nuevas leches no son perjudiciales para la salud, sí son un 24% más caras que el resto. "En OCU sabemos que lo mejor para nuestra salud, la de nuestro bolsillo y la del medio ambiente es seguir una dieta variada y equilibrada donde predominen los productos frescos de origen vegetal".
En ése sentido, y tal y cómo ya abordó EL ESPAÑOL, seguir el patrón mediterráneo de alimentación garantizaría el aporte adecuado de vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales y vitaminas que refuercen las defensas. "Un consumo de cinco raciones de frutas, verduras y hortalizas diarias; cereales integrales y de hidratos de carbono complejos; más pescado que carne y preferentemente, carnes blancas frente a las carnes rojas; legumbres en todas sus variedades; quesos, yogures y leche sin azúcares añadidos; aceite de oliva virgen extra; y frutos secos a diario (crudos o tostados).