Las dietas están a la orden del día: seguramente conozcamos a alguien que acaba de comenzar un régimen para adelgazar y decir adiós, de una vez por todas, a los kilos de más. Concretamente, en España calcula que un 25% de la población hace una dieta al año. Y para ello, se lee, se pregunta, nos asesoramos por amigos, pero cuando hacemos las cosas por nuestra cuenta, o a nuestro libre albedrío, a veces erramos en lo más importante, creemos que por comer poco, vamos a adelgazar, cuando puede que no sea así.
En este sentido, y según apunta este informe del Grupo Quironsalud, las dietas muy restrictivas si se mantienen en el tiempo puede resultar realmente peligrosas. "Son dietas que eliminan ciertos nutrientes de nuestra alimentación con el objetivo de perder peso. Y ello puede dar lugar a una pérdida de masa muscular, pero no por ello ganamos ni en calidad de vida, ni en vernos más delgados, todo lo contrario, nos encontraremos con menos fuerza y más fatigados. También puede provocar la falta de nutrientes esenciales".
Por ello la clave es, según apunta este informe realizado por varias experta del grupo en nutrición, apostar siempre por una dieta variada. "El resultado de pérdida de peso no se mantendrá cuando dejes la dieta restrictiva. Alimentarse bien no es sólo comer verduras y tampoco lo es comer poco. Las restricciones pueden servir en la aparición o mantenimiento de un trastorno de la conducta alimentaria".
Es importante saber que "la conducta alimentaria no deja de ser una parte muy importante dentro de nuestro comportamiento como especie y, cuando se trata de mejorarla o modificarla, la psicología puede aportar mucho en esta área", afirma a EL ESPAÑOL Alfonso Méndez, psicólogo y director de la Unidad de Obesidad y Sobrepeso de Instituto Centta.
Por ello, señala el experto que "cuando una persona se plantea hacer un cambio en su vida con el objetivo de perder peso, puede caer en el error de atender solo y exclusivamente a ese objetivo final y dejar de lado todo el proceso, que es mucho más importante y determinante que el resultado. Porque de cómo se haga ese camino va a depender el éxito final a largo plazo". Centrarnos sólo en el objetivo final puede hacer que abandonemos más pronto que tarde.
Una de las partes importantes a la que hay que atender siempre son los motivos reales que tiene la persona para iniciar ese cambio. "Si son razones impuestas desde su exigencia o desde la exigencia de los demás. El resultado final va a cambiar mucho si se trata de motivos intrínsecos o extrínsecos. Tiene mucho mejor pronóstico una motivación intrínseca. El camino sería encontrar verdaderas razones que tengan un significado importante para la persona, en vez de buscar satisfacer la creencia de lo que opinen los demás", explica el experto.
Además, es importante preguntarse a uno mismo qué estaríamos dispuestos a sacrificar para conseguir nuestros objetivos. "Hay personas que realmente no están dispuestas a sacrificar mucho y así no podemos plantear un resultado fiable y duradero. El balance del coste-beneficio es muy alto para ellos y terminan por desistir al haberse impuesto unas metas muy exigentes", afirma.
Cambios, poco a poco
Cuando nos proponemos hacer una dieta para adelgazar, es importante hacer el camino de forma realista. Es decir, según explica Méndez, "cuanto más nos alejemos de nuestros hábitos de alimentación reales de manera brusca y sin supervisión, más probable es que fracasemos. Cuanto más alejados estén nuestros hábitos actuales de los hábitos pretendidos, mayor probabilidad de fracaso". Por ello es importante siempre, ir poco a poco, porque el objetivo no es solo adelgazar sino mantener ese peso conseguido y deseado en el tiempo.
"No podemos introducir un cambio grande en nuestros hábitos de golpe y siempre nos va a ayudar avanzar poco a poco y con supervisión profesional", sostiene. De hecho, como han explicado a lo largo de estos años los expertos en nutrición, lo más importante no es hacer un dieta como tal durante un tiempo determinado sino cambiar nuestros hábitos alimenticios para poder primero perder el peso que deseamos y después poder mantenerlo en el tiempo. Aprender a llevar para siempre, un estilo de vida saludable.
Y así lo argumentaba en este artículo Mireia Elías, nutricionista, también del Instituto Centta. Lo importante en las dietas es adaptarlas a la persona, elegir una dieta que se ajuste a nuestro estilo de vida, gustos y costumbres, que cree adherencia y se pueda realizar. Como apuntaba la experta, "es posible perder peso sin sufrir ni pasar hambre. Se trata de aprender, de adquirir hábitos alimenticios saludables, de manera que la persona que quiera bajar de peso pueda mantener en el tiempo".