Beber zumo de remolacha favorece una mezcla de bacterias bucales asociada a la salud de los vasos sanguíneos y la función cerebral, según un nuevo estudio realizado en personas de entre 70 y 80 años por investigadores de la Universidad de Exeter (Reino Unido).
La remolacha, y otros alimentos como la lechuga, las espinacas y el apio, son ricos en nitrato inorgánico, y muchas bacterias bucales intervienen en la transformación del nitrato en óxido nítrico, que ayuda a regular los vasos sanguíneos y la neurotransmisión (mensajes químicos en el cerebro). Las personas mayores suelen tener una menor producción de óxido nítrico, lo que se asocia a una peor salud vascular (vasos sanguíneos) y cognitiva (cerebro).
En este nuevo estudio, publicado en la revista científica Redox Biology, 26 personas mayores sanas participaron en dos periodos de suplementación de diez días: uno con zumo de remolacha rico en nitratos y otro con zumo de placebo sin nitratos, que bebieron dos veces al día.
Los resultados mostraron niveles más altos de bacterias asociadas a una buena salud vascular y cognitiva, y niveles más bajos de bacterias relacionadas con la enfermedad y la inflamación. La presión arterial sistólica se redujo una media de cinco puntos (mmHg) después de beber el zumo de remolacha.
"Estamos muy entusiasmados con estos resultados, que tienen importantes implicaciones para un envejecimiento saludable. Nuestros resultados sugieren que la adición de alimentos ricos en nitratos a la dieta, en este caso a través del zumo de remolacha, durante solo diez días puede alterar sustancialmente el microbioma oral (mezcla de bacterias) para mejor", explica la autora principal, la profesora Anni Vanhatalo.
La remolacha, tesoro de la huerta
La remolacha es una verdura beneficiosa e interesante como parte de una dieta saludable. Se trata de un tubérculo que, según la Fundación Española de Nutrición (FEN), cuenta con unas 29 kilocalorías por cada 100 gramos. Cerca del 90% de esta hortaliza es agua y el resto, azúcares, fibra y micronutrientes. Destaca por tener un intenso color rojo y un sabor dulce.
Con las remolachas rojas también se hacen colorantes naturales, que han sido catalogados por la industria alimentaria como E-162. Este colorante está compuesto por unos pigmentos conocidos como betalaínas, que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Además, en la remolacha podemos encontrar sustancias tan beneficiosas como la vitamina C —que es termosensible y, por tanto, estará más presente en la remolacha cruda—, folatos, ácidos fenólicos, flavonoides y carotenoides.
Estudios recientes han determinado que la remolacha contribuye a la mejora de la salud cardiovascular porque puede ayudar a mejorar marcadores como la hipertensión, glucosa plasmática y la hiperlipidemia. Esta hortaliza se vincula con una mejor salud cardiovascular y cognitiva. Por último, subrayar que puede tener hasta un 7% de azúcar, pero no tiene un alto índice glucémico porque se encuentra dentro de la matriz de fibra, lo que hace que penetre en el torrente sanguíneo de manera lenta.
El zumo de remolacha, finalmente, ha ganado popularidad entre los deportistas como vasodilatador debido a su contenido natural en nitratos. Un consumo de este jugo durante dos semanas en adultos sanos pero de edad avanzada ha demostrado en estudios previos la capacidad de reducir la hipertensión tanto sistólica como diastólica en 6 y 4 mmHg respectivamente en comparación con el grupo que no lo tomó.