Los tirabeques, una legumbre prima hermana de los guisantes y que se sirve en su vaina, son cada vez más populares en España. Los también llamados bisaltos, parecidos en su aspecto a las judías verdes, se caracterizan por su sabor dulce, textura crujiente y se toman sin desgranar. En los restaurantes del país se sirven de forma muy variada, por ejemplo, como entrante junto a un huevo poché, o de plato principal acompañando a unos fideos soba. La buena noticia, además de que están muy ricos, es que se trata de un alimento nutritivo y que ayuda a mantener un peso saludable. Así que, ¡bienvenidos!
Pero, ¿qué aportan exactamente al organismo? Pues bien, según señalan desde Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, como sucede con los guisantes, una ración de tirabeques (unos 300 gramos) aporta tanta cantidad de proteínas como un huevo, unos 7-8 gramos. La diferencia es que los tirabeques aportan mucha menos grasa, menos de 1 gramo, y no contienen nada de colesterol. No obstante, hay que señalar que la composición de las grasas del huevo es saludable. Del total, el 35% son saturadas y un 65% insaturadas, o sea sanas.
De vuelta a los tirabeques, esta legumbre tiene un alto contenido en fibra, unos 5 gramos por cada 100 de alimento, algo menos que los guisantes, y son bajos en calorías, una ración media ronda las 120 kilocalorías.
En cuanto a los minerales, el fósforo es el que tiene más presencia, al igual que en los guisantes. Este mineral interviene en la buena salud de los huesos y los dientes, y el organismo también lo necesita para producir energía y llevar a cabo muchos procesos químicos. En cantidad similar está presente el hierro, necesario para fabricar hemoglobina, una proteína de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno de los pulmones. También aporta magnesio y potasio.
Vitaminas y minerales
Sobre las vitaminas es destacable el contenido en vitamina C, que según explican desde la Fundación Española del Corazón, tiene un papel importante en la síntesis de colágeno, en la cicatrización de las heridas y actúa como un potente antioxidante que protege las células contra los efectos de los radicales libres. Como el cuerpo no produce vitamina C, es necesario obtenerla a través de la dieta con alimentos como los tirabeques, las frutas o las verduras. Para hacernos una idea, una ración de tirabeques aporta el 50% de las ingesta recomendada de esta vitamina en adultos de 20 a 39 años. No obstante, como señalan desde el Ministerio de Agricultura, una parte considerable puede perderse si se cuecen.
Los tirabeques también aportan vitaminas del grupo B, entre las que destacan la tiamina, niacina y folatos, además de riboflavina y la vitamina B6. La tiamina ayuda al cuerpo a generar energía a partir de nutrientes y es necesaria para el crecimiento y el funcionamiento de las células. Por su parte, la vitamina B-6 interviene en el desarrollo cerebral normal y ayuda a mantener un sistema nervioso e inmunitario saludables.
Por último, hay que destacar su aporte en carotenoides, entre los que destacan los b-carotenos, que una vez en el cuerpo se transforman en vitamina A. Esta es necesaria para la salud de la vista, el crecimiento y la división celular, la reproducción y la inmunidad. Tampoco se puede olvidar el aporte de aminoácidos como la leucina, la lisina, la fenilalanina, la arginina, o la alanina.
Dieta equilibrada
Con todo esto, los tirabeques, también llamados guisante de nieve o guisante de azúcar, encajan perfectamente en una dieta sana y equilibrada por su interesante aporte de proteínas y fibra, entre otros nutrientes. Para bajar de peso con salud, los nutricionistas recomiendan que cada plato incluya proteínas y vegetales, por tanto, ya sean salteados o al vapor o incluso crudos, lo que los tirabeques son una opción estupenda. Entonces, ¿cómo es posible que un alimento tan interesante sea tan poco conocido? Quizá se explique porque su temporada es muy corta, apenas de marzo y abril.
En este punto, hay que recordar las pautas del Plato para Comer Saludable de la Universidad de Harvard. Por un lado, la mitad de cada plato debe estar integrado por verduras y frutas. La otra, un 25% por proteínas de calidad, en las que encajan perfectamente los tirabeques, otras legumbres, huevo, pescado o carne. El 25% restante debe estar integrado por cereales integrales (pan, arroz, pasta). Para beber, mejor agua y evitar los refrescos. También habrá que limitar los lácteos (entre 1 o 2 al día). Para cocinar y aliñar, lo mejor es el aceite de oliva virgen extra.