Aunque la patata suele tener mala reputación, dado que se asocia con comida rápida o base de snacks y otros productos ultraprocesados, la realidad es que este alimento es y sigue siendo básico en la dieta de multitud de países en todo el mundo. Excederse con cualquier alimento no es recomendable, y basar la dieta en carbohidratos como las patatas tampoco. Sin embargo, se sabe que no es tanto la cantidad consumida, sino su forma de preparación en formato frito, la causa de todos los perjuicios ligados a este alimento.
La patata, aunque no es el alimento ideal a nivel nutricional, sí contiene cantidades nada desdeñables de vitaminas y micronutrientes, como repasaremos hoy.
Vitamina C
Si bien es cierto que los cítricos suelen ser los alimentos más asociados a grandes cantidades de vitamina C, se sabe que ni la naranja ni el kiwi son lo alimentos más densos en este micronutriente.
Por su parte, la patata, aunque no es de los alimentos más ricos en vitamina C, sí destaca por aportar hasta el 15% de la cantidad recomendada diaria en una sola patata pequeña de apenas 150 gramos.
La vitamina C se ha relacionado con una buena función inmunológica, pero también con la formación del tejido conectivo de articulaciones y dientes, entre otras muchas funciones aún en estudio.
Vitamina B6
La vitamina B6, por su parte, es una molécula que ayuda a más de 100 enzimas del organismo humano en su buen funcionamiento, pudiendo así descomponer proteínas y mantener una buena función nerviosa. De hecho, la falta de vitamina B6 se ha relacionado con perjuicios a nivel de salud mental.
De nuevo, una patata pequeña de 150 gramos destaca por contener hasta el 25% de la cantidad diaria recomendada de vitamina B6 en un adulto promedio.
Potasio
El potasio es esencial para el buen funcionamiento celular, con tareas relacionadas con la señalización eléctrica y músculos y nervios. De hecho, un exceso o un déficit de potasio puede provocar un mal funcionamiento del corazón, y llegar a ser letal en casos extremos.
Como sucede con la vitamina C, aunque el potasio suele relacionarse con los plátanos, este tampoco es el alimento más rico en este micronutriente.
En el caso de las patatas asadas, al horno y fritas, es posible consumir más potasio que si se preparan hervidas o en puré. Una patata asada de tamaño medio contiene hasta un 33% de la cantidad diaria recomendada. La razón de las diferencias entre preparaciones es que en la patata hervida hasta la mitad del potasio puede filtrarse en el agua durante su preparación, por lo que nunca llegaría a consumirse si se desecha dicha agua.
Colina
La colina es una molécula que se adhiere a la grasa para producir los conocidos como fosfolípidos, los "bloques de construcción" de las paredes celulares; además también colabora en la creación del neurotransmisor acetilcolina, reponsable de la contracción muscular, dilatación de vasos sanguíneos y control de la frecuencia cardíaca.
Las patatas en este caso sí destacan por sus elevados niveles de colina, solo superadas por alimentos con alto contenido proteico como la carne y la soja.
Una patata asada promedio contiene alrededor del 10% de las necesidades diarias de colina, una molécula especialmente importante durante el embarazo, dada su participación en el desarrollo de células y órganos nuevos: un déficit de colina puece provocar problemas a nivel del sistema nervioso y sistema muscular.
Almidón resistente
Además de su composición nutricional, la patata también destaca por su densidad en almidón: al cocinar y enfriar las patatas antes de comerlas, de la misma forma que sucede con otros carbohidratos como arroz y pasta, se logra formas almidón resistente. Dicho almidón tiene múltiples beneficios, sobre todo por ser un conocido prebiótico.
El enfriamiento de los almidones previamente cocidos provoca que sean más difíciles de digerir, algo que a su vez los hacen más aprovechables por el microbioma intestinal. En este caso se podrán formar ácidos grasos de cadena corta, los cuales mantendrán la buena salud intestinal y ayudarán a reducir los niveles de grasas y azúcares en sangre.
Múltiples formas de cocción
Para terminar, las patatas son un alimento muy versátil en su forma de cocción: una patata hervida de tamaño medio apenas tiene 130 calorías, siempre y cuando se prepare en este formato, o bien al vapor o microondas.
Por su parte, las patatas al horno pueden poseer una mayor densidad calórica relativa: a medida que pierden agua, la cantidad de patata que queda contiene más calorías por gramo que en su formato previo.
Para finalizar, las patatas fritas serían la forma menos saludable de cocción de este alimento, dado que la patata se caracteriza por absorber de forma significativa cualquier aceite usado para su cocinado.