Los farmacéuticos desaconsejan el uso de bebidas isotónicas deportivas para ayudar a la rehidratación durante una gastroenteritis, ya que no reemplazan los nutrientes ni los minerales perdidos como consecuencia de la diarrea o los vómitos.
Es una advertencia de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP), que recomienda la ingesta de las soluciones de rehidratación oral de venta en farmacia, ya que poseen la mitad de concentración de sodio y cloro que las bebidas de uso deportivo y cuatro veces más de potasio.
Por ello, son más eficaces a la hora de la rehidratación en mitad de una gastroenteritis, una medida necesaria e imprescindible en la estación estival, ya que las altas temperaturas incrementan el riesgo de deshidratación
Lucía Jamart, microbióloga y vocal en Madrid de la SEFAP ha detallado que las bebidas isotónicas están diseñadas teóricamente para hidratar tras una pérdida de líquido originada por ejercicio físico.
En este sentido, recuerda que la composición del sudor es diferente a la del líquido expulsado por heces o vómitos: “El sudor es rico en sodio y cloro, mientras que en la gastroenteritis también se pierde una cantidad importante de potasio”.
Además, Jamart alerta de que las bebidas isotónicas que se pueden comprar en supermercados presentan composiciones muy distintas según la marca, y algunas de ellas tienen demasiados azúcares y en su totalidad "una concentración de electrolitos inadecuada”.
Qué comer y beber
En primer lugar, en las primeras 12-24 horas desde la aparición de los síntomas, señala Marisa Barroso, enfermera de Blua de Sanitas, es importante beber suero de rehidratación oral, cada poco tiempo, a pequeños sorbos y a demanda. Como señala también el portal de Pacientes de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria es importante ir bebiendo pequeñas cantidades de líquidos (los más recomendados son el agua y el suero oral) de forma regular.
Por otra parte, no se debería tomar ni bebidas azucaradas ni isotónicas, "ya que el azúcar que contienen puede empeorar el cuadro diarreico", apunta Barroso. Ni tampoco bebidas con cafeína, "porque aumentan la emisión de orina (deshidratan) y pueden aumentar del número de deposiciones", ni tampoco debemos tomar refrescos con gas "porque lesionan aún más la mucosa", añade.
Una vez pasado ese primer periodo, es importante ir poco a poco introduciendo "algún hidrato de carbono seco (pan tostado, colines, etc) para que se asiente el estómago, e infusiones o caldo clarito desgrasado", continúa Barroso. Debemos ir poco a poco, "reintroduciremos los sólidos cocinados con poca sal y con poco aceite, de forma suave, para facilitar su digestión y masticación".
Por ejemplo: puré de patata o zanahoria, sopa de pescado o pollo, arroz hervido, carne y pescado blancos, etc). "Todo ello en pequeña cantidad y sin forzar. Si reaparecen los síntomas dejaremos de tomarlos y nos limitaremos a beber unas horas más".
Ante un cuadro de diarrea, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones. Las más importantes -señala Barroso- son: fraccionar las tomas a lo largo del día, tomar menos cantidad de alimento pero más a menudo; comer despacio y masticar bien; y beber abundante líquido hasta estar del todo recuperado.
Por otro lado, es importante evitar temperaturas muy frías o calientes; evitar el consumo de estimulantes, té, especias o salsas; evitar el consumo de lactosa e introduciendo los alimentos enteros y sólidos progresivamente -siguiendo las pautas anteriores- hasta llegar a una alimentación normal.