Las zanahorias son una de esas verduras que deberían ser una guarnición habitual en la dieta de España. Siempre sin abusar, a menos que queramos que nuestra piel adquiera una tonalidad anaranjada como consecuencia.
Las verduras de colores, como los pimientos, zanahorias o tomates, si bien es cierto que son ricas en antioxidantes y betacarotenos, también pueden provocar consecuencias no deseables si se abusa de su consumo.
Sin embargo, en algunas ocasiones se confunde el aspecto natural de una verdura con un posible defecto de seguridad y consumo. En el caso de las zanahorias baby, de tamaño pequeño, puede llegar a verse una sustancia blanquecina y gelatinosa recubriéndolas: que no cunda el pánico.
Lo blanco de las 'zanahorias baby'
Aunque existe el mito de que esta sustancia blanquecina es cloro, algo que sí podría ser dañino si se consumiese, se trata de una falacia que debería desterrarse. En realidad, esta capa delgada y blanquecina que forma una pequeña película sobre las zanahorias baby es causada por la deshidratación, y es conocida como "rubor de zanahoria".
Según los expertos, la película blanquecina se formaría cuando las zanahorias baby se exponen a la atmósfera y pierden humedad. Así, cuando esto sucede, la capa más exterior de la zanahoria hace que su superficie de vuelva áspera y se deshidrate, dando lugar a marcas blanquecinas en la hortaliza.
Así mismo, este rubor blanco también puede aparecer debido a los daños producidos en las células de la piel de la misma zanahoria. En las de mayor tamaño no existe este fenómeno.
La explicación es que, en el caso de las zanahorias baby, no existe una capa de piel protectora que evite que se sequen. Sin embargo, las zanahorias más típicas, de mayor tamaño, sí poseen dicha piel. En su caso, la humedad no tiene tal efecto.
Su ingesta es segura
Una duda común es si consumir zanahorias baby que ya se hayan cubierto con esta película blanquecina o rubor de zanahoria es seguro o bien podría provocar algún tipo de problema.
Según los expertos, esta película es inofensiva, y no es más que un signo de deshidratación, no de defectos o afectación de la zanahoria como tal. De hecho, es fácil retirar el rubor simplemente lavando las zanahorias, o bien remojándolas unos minutos para que se rehidraten y recuperen su color previo.
Además, los expertos insisten en que el rubor de zanahoria no es en ningún caso una señal de que las zanahorias baby estén entrando en algún tipo de estado de putrefacción: simplemente están deshidratadas, y el proceso es reversible.
Y, aunque consumiésemos las zanahorias baby con su película blanquecina incluída, tampoco pasaría nada. Su sabor sería más seco, pero sin más. Su consumo es seguro.
Por qué son recomendables las zanahorias
Como hemos comentado en un inicio, las zanahorias tienen múltiples beneficios para la salud. Por un lado, esta hortaliza es rica en vitamina A: una sola zanahoria de tamaño medio contiene hasta el 89% de las necesidades diarias de vitamina A en hombres, y el 112% en las mujeres. Además, aunque en cantidades más discretas, también posee vitamina C, vitamina B6, hierro, yodo y potasio.
Por otro lado, como sucede en otras verduras y hortalizas, el consumo de zanahoria puede colaborar en la pérdida de peso al desplazar otros alimentos poco interesantes nutricionalmente -como el pan- y gracias a su poder saciante y escaso contenido calórico: tan solo 40 kilocalorías por cada 100 gramos.
Para finalizar, cabe recordar que la vitamina A es muy buena para el cuidado de la piel, pero no es recomendable abusar del consumo de zanahorias y otros alimentos ricos en betacarotenos: estos se acumulan en la piel y pueden dar lugar a una tonalidad anaranjada de la misma piel. Esto no se produce tan fácilmente como consumir una al día, pero sí pueden darse casos cuando se produce un abuso de las mismas.