Los cereales de Mercadona que recomienda Carlos Ríos: ricos en fibra y combaten el sobrepeso
Los supermercados Mercadona cuentan con unos cereales crujientes y con azúcar que cuentan con el visto bueno del nutricionista Carlos Ríos.
23 agosto, 2021 00:13Noticias relacionadas
Aunque las cajas de cereales se venden como un desayuno ideal, la mayoría de ellas no nos hacen ningún bien. Se trata de un producto con muchos adeptos porque en España lo llevamos tomando desde que éramos pequeños. Sin embargo, este desayuno cuenta con un gran defecto: contiene una alta proporción de azúcares que hace que su índice glucémico —la velocidad a la que su glucosa se absorbe en la sangre— sea alto.
Concretamente, los cereales de chocolate que se venden para niños pueden llegar a presentar más de 25 gramos de azúcar por cada ración de 100 gramos. De todas formas, otros cereales que se promocionan como un artículo para mantener la línea también contienen demasiado azúcar: los copos de trigo con trozos de chocolate negro contienen 20 gramos de azúcar en la misma cantidad, los que tienen fruta, 17 gramos, y los que no tienen sabor, 15 gramos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los azúcares no representen más de un 5% de nuestra alimentación diaria. Aproximadamente, este porcentaje equivale a unos 25 gramos de azúcar y, por esta razón, los cereales del desayuno contribuyen a que superemos la cifra recomendada con facilidad. Debemos tener en cuenta que muchos de los ultraprocesados que tomamos contienen azúcares con los que no solemos contar.
Los cereales buenos
En los últimos años han ido apareciendo cereales de desayuno más recomendables ante el creciente interés por los alimentos saludables. Sin embargo, el cereal más saludable para los desayunos son los copos integrales de avena y que llevan disponibles en el mercado desde hace años. De todas formas, a muchos consumidores les resultan poco atractivos por tener poco sabor, a pesar de sus beneficios para la salud.
Los supermercados Mercadona, en este sentido, han puesto a la venta unos cereales a base de avena que han obtenido cierta fama en las redes sociales tras haber sido recomendados por Carlos Ríos, el dietista-nutricionista conocido por ser el padre del Realfooding. La diferencia entre estos, llamados Avena Crunchy, y los copos de avena es que estos han sido procesados un poco más para darles textura crujiente y llevan azúcares añadidos.
Eso sí, la harina con la que se han elaborado es integral de harina y contienen 4,6 gramos de harina por cada 100 gramos de cereales. Esta es la razón por la que Ríos considera que estos cereales son un buen procesado y, por lo tanto, siguen siendo saludables. La principal ventaja frente a los copos de avena es que tienen más sabor y textura crujiente, algo que los copos no aportan. Sin embargo, los copos siguen siendo más saludables que estos.
Camino hacia los copos
Para una persona que está acostumbrada a tomar cereales azucarados, tanto los copos de avena como los Avena Crunchy de Mercadona, le resultarán insípidos. Sin embargo, este cambio tiene muchos beneficios para la salud. De hecho, los Avena Crunchy pueden ser un buen paso intermedio hasta acostumbrarse a los copos de avena. Según dejamos de consumir grandes cantidades de azúcar, nuestro sentido del gusto se acostumbra a los sabores más naturales.
Además, la avena puede acompañarse de fruta y de frutos secos para aportar algo más de sabor sin que dejen de ser saludables. Como la mayoría de cereales, la avena tiene un alto valor energético: según la Fundación Española de Nutrición (FEN), aporta 361 kilocalorías por cada 100 gramos que consumimos. Eso sí, previene la obesidad porque es un cereal muy saciante y sus calorías provienen de nutrientes saludables.
Los deportistas suelen elegir avena de manera habitual en sus desayunos porque es el cereal que más cantidad de proteína contiene. Pero, además, se trata de un alimento muy beneficioso para las personas que tienen altos niveles de colesterol en sangre: contiene un tipo de fibra soluble —el betaglucano— que reduce los niveles de la lipoproteína de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés), más conocida como colesterol malo.