A pesar de que todavía quedan unas semanas para el final oficial del verano, con la llegada de septiembre terminan los días de descanso y libertad. En España, el noveno mes del año se caracteriza por las compras para la vuelta al colegio, el inicio de nuevos proyectos y, entre ellos, el de recuperar la forma física y los buenos hábitos alimenticios. Para empezar con buen pie, muchas personas se apuntan a unas semanas de detox para expulsar de sus cuerpos lo que quede de la cerveza, las tapas y los helados del verano.
Sin embargo, los expertos aseguran que estas dietas detox no sirven para nada. Si bien es cierto que el cuerpo puede llegar a albergar ciertas toxinas, nuestro hígado ya cumple la función de deshacerse de ellas. Por eso, después de una época de excesos no son necesarios ni productos diuréticos, ni batidos, ni zumos pensados para limpiar nuestro organismo. Basar nuestra dieta durante un tiempo en este tipo de productos conlleva desplazar a otros alimentos que sí que son importantes para la salud.
De todas formas, muchas personas también entienden el período de detox como un tiempo en el que comen menos o, incluso, se alimentan a base de fruta y ensaladas. Aunque estos alimentos son sanos, nuestras comidas deben ser más variadas de manera que obtengamos todos los nutrientes necesarios para mantenernos sanos. Es decir, si sólo tomamos este tipo de alimentos evitamos otros con fama de ser más pesados, pero que realmente son muy importantes, como las legumbres.
La desintoxicación de nuestro cuerpo es tarea de nuestro hígado, riñones e, incluso, pulmones, pero nosotros debemos encargarnos de aportar nutrientes saludables. A continuación, cuatro alimentos que nos ayudan tras la vuelta de las vacaciones.
Los garbanzos
Los platos de legumbres son mucho más populares cuando llega el frío, sin embargo, sus beneficios para la salud son importantes durante todo el año. Se relacionan rápidamente con platos calientes y más contundentes, pero pueden adaptarse a recetas más frescas y ligeras. Tanto una ensalada de garbanzos como un potaje pueden ser recetas interesantes para retomar los hábitos de vida más saludables.
El consumo frecuente de legumbres se relaciona con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares: en concreto, la Universidad de Harvard asegura que consumir entre 3 y 4 raciones de este tipo de alimentos a la semana reduce las probabilidades de padecer obesidad, hipertensión e hipercolesterolemia. Además, contienen un alto contenido en proteínas vegetales y también de fibra, lo que hace que su índice glucémico sea bajo.
Las sardinas
Estos pequeños pescados son, precisamente, unos de los más populares del verano en España. Las sardinas son típicas del verano en el norte, pero también en el sur donde se ensartan en espetos que se ponen al fuego. Consumirlas es tan saludable que deberíamos seguir haciéndolo durante el verano: las latas de sardinas, en este sentido, son saludables, fáciles de encontrar y muy baratas.
Las sardinas son un tipo de pescado azul; es decir, que contiene un alto contenido de grasas saludables. Estas sustancias reducen los niveles de colesterol malo en nuestra sangre y, de esta manera, evitan las enfermedades cardiovasculares. Al ser un pez de pequeño tamaño, presentan un menor riesgo de intoxicación por mercurio. Además, según este artículo de EL ESPAÑOL, un estudio reciente ha desvelado que protegen frente a la diabetes tipo 2.
La avena
Los cereales para el desayuno han sido durante años uno de los productos indispensables en la compra de los hogares de España. Sin embargo, en los últimos años ha aumentado la concienciación sobre su consumo: no debemos tomarlos a diario porque la mayoría de ellos contienen una alta proporción de azúcares libres que aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares e, incluso, diabetes tipo 2.
De todas formas, los cereales integrales sí que son un alimento importante para nuestro día a día. Un sustituto saludable de los típicos cereales azucarados son los copos de avena, aunque al principio pueden resultar sosos al paladar. Se pueden endulzar acompañándolos con una fruta o con frutos secos. Se trata de un alimento muy energético que destaca por su contenido de fibra (betaglucano) y de proteínas vegetales.
Los melocotones
La temporada de melocotones abarca todo el verano y, aunque esta estación está llegando a su fin, todavía podremos disfrutar de otro mes de buenos ejemplares de esta fruta. Uno de los melocotones con mejor fama de España es el de Calanda, que cuenta con su propia denominación de origen. Estos ejemplares maduran en el árbol dentro de una bolsa y llegan al supermercado este mes para quedarse hasta octubre.
Para que una alimentación sea saludable, las frutas y las verduras deben formar el 50% de su composición. En este sentido, las frutas aportan, en primer lugar, una gran cantidad de agua a nuestro organismo, pero también fibra —que, además de beneficiar a la microbiota intestinal, reduce el riesgo cardiovascular— y vitaminas y minerales fundamentales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.