No hay un dibujo animado que haya sabido representar mejor la debilidad por las galletas que El monstruo de las Galletas de Barrio Sésamo, ese personaje azul que devoraba esta típica merienda infantil sin freno. Lo que los pequeños espectadores no sabíamos -o no queríamos saber- es que lo peor no era el monstruo, sino las galletas, ya que la gran mayoría son perjudiciales, tal y como advirtió en EL ESPAÑOL la farmacéutica y dietista-nutricionista Marián García. Así lo confirma un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que acaba de ser publicado y que advierte que ocho de cada diez analizadas no son saludables.
La OCU ha seleccionado un total de 305 galletas infantiles que pueden encontrarse en cualquier supermercado y se han analizado siguiendo la escala de Nutriscore. Este es un sistema -hasta ahora el más eficiente- que etiqueta los alimentos en función de su calidad nutricional para ayudar a los consumidores a conocer la calidad del producto que compran.
La valoración de Nutriscore se hace en base a la presencia de una serie de nutrientes que suman a favor (contenido en frutas, verduras, frutos secos, legumbres y aceite de oliva, nuez o colza, fibra y proteínas) y otros en contra (aporte calórico, grasas saturadas, azúcares y sal). De esta manera desde la A -calidad óptima- hasta la D -la peor calidad nutricional- se puede llegar a saber más sobre aquello que se ingiere.
Este último estudio de la OCU ha encontrado resultados sorprendentes. Sólo 15 galletas de todas las analizadas cuentan con una valoración A o B. Casualmente, se trata de algunas tradicionales como las de la marca María sin azúcares añadidos, con edulcorantes y de las menos atractivas para los más pequeños.
Las únicas que han recibido la clasificación A son las Classic María 0% sal-azúcares añadidos de la marca propia de Carrefour, pero, como advierte la OCU, ni siquiera pueden considerarse saludables. Entre otras cosas porque, según indica en un comunicado, llevan polialcoholes, que son un tipo de edulcorantes cuyo consumo puede tener efectos laxantes, y más en niños por su bajo peso corporal. Eso sin contar el resto de ingredientes: grasas saturadas, harinas refinadas, aromas y todo tipo de aditivos.
El peso del azúcar en este snack es lo que más inclina la balanza hacia la D en la escala de Nutriscore. El estudio, realizado como parte del Proyecto Alimentación saludable para el pequeño consumidor, ha encontrado que es precisamente el exceso de azúcar o de polialcoholes lo que más ha lastrado la valoración nutricional de las más de 300 galletas del súper analizadas.
Hasta 253 galletas (un 83%) han recibido las peores calificaciones (D o E). Y no es de extrañar porque, además de los ingredientes mencionados, la poca fibra que tienen (un 3%) es añadida. Lo mismo que ocurre con los minerales y vitaminas que puedan incluir estos productos, unos nutrientes que la OCU considera "innecesarios" si ya de por sí se sigue una dieta variada y equilibrada.
Las tres peores galletas del súper
La OCU pone a disposición del consumidor un comprador online en el que se pueden consultar las valoraciones nutricionales a los diferentes productos analizados para el estudio. Al final de esta lista se encuentran las galletas con peor calificación en Nutriscore. Es el caso de las galletas de cacao bañadas en chocolate blanco Neo, de la marca Sondey. Su aporte calórico supera las 500 kilocalorías por cada 100 gramos y cuenta con 48 gramos de azúcares y 17 gramos de grasas saturadas también por cada 100 gramos.
A las galletas Sondey, en el top 3 de las peores galletas del súper, le siguen otras de esta misma marca: las Grandino Cookies con pepitas de chocolate. Como ocurre con las anteriores, estas galletas cuentan con más de 500 kilocalorías por cada 100 gramos, un aporte calórico muy elevado y sobre todo para el consumo de los más pequeños. Las grasas saturadas también presentan unos niveles importantes, con 13,70 gramos por cada 100 gramos, así como los azúcares (36,9/100g) y la sal (1,04g/100g).
Después, de las Sondey de chocolate, las peores valoradas son las Tartelettes Chocolat Caramel de la marca Bonne Maman. En su caso, aunque no supera las 500 kilocalorías, se queda muy cerca y también a un nivel alto: 490kcal/100g. Además tiene más grasas saturadas que las Sondey de chocolate (14 gramos) y una mayor cantidad de azúcares (41 gramos).
No obstante, estas tres son una mínima parte de las muchas que engordan la lista de las más perjudiciales. Algunas tan conocidas como los Huesitos Super Choc, las Oreo bañadas en chocolate o las Milka de chocolate. Todas ellas con la peor calificación de Nutriscore, la E.
Tras el análisis, la OCU hace también una recomendación, y es que el consumo de galletas en general -aunque hayan recibido la valoración A- debe ser ocasional y en pequeñas cantidades. Ni mucho menos diaria. Al final son alimentos ultraprocesados con aditivos que son perjudiciales para la población en general, pero en especial para los niños.
Varios estudios relacionan el consumo de estos productos con el desarrollo de obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, cáncer y otros problemas de salud cuando se convierten en adultos. Sobre todo cuando esa ingesta es diaria y en grandes cantidades.
Por este motivo, la OCU recuerda que es importante tener en cuenta que es importante basar la dieta diaria en alimentos frescos. Lo ideal -asegura- es sustituirlas por pan integral con aceite de oliva, queso, crema untable vegetal o tomate. Incluso un trozo de pan integral con un par de onzas de chocolate negro (mínimo 70% de cacao) puede resultar más sano. Otros como la fruta y los frutos secos naturales, sin freír ni salar, también podrían ser una buena opción a nivel nutritivo.