El aditivo alimentario E171 a base de dióxido de titanio, que se emplea para aportar color blanco a bollos, chicles, salsas o sopas, no podrá utilizarse en la Unión Europea a partir de junio tras una transición de seis meses, anunció este viernes la Comisión Europea, que ya no lo considera seguro.
Los Estados miembros respaldaron por unanimidad la propuesta de la Comisión para descartar ese aditivo, cuya retirada también pide el Paramento Europeo, después de que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) señalara el pasado mayo que no lo considera seguro.
El E171 ya está prohibido, por ejemplo, en Francia, donde un equipo de investigadores demostró que las nanopartículas de ese aditivo pueden atravesar la placenta de la madre durante el embarazo y llegar al feto, lo que plantea posibles consecuencias para su desarrollo.
"La seguridad de los alimentos que consumen nuestros ciudadanos y su salud no son negociables. Por eso garantizamos un control estricto y continuo de los más altos estándares de seguridad para los consumidores", declaró en un comunicado la comisaria de Sanidad y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides. La comisaria llamó a las autoridades de los Estados miembros a "garantizar que los operadores de alimentos dejen de usar E171".