Los españoles consumimos de media el equivalente a 4 cafés diarios, un habito considerado saluble como tal según los estudios más recientes. De hecho, como norma general, se puede considerar que tomar café alarga la vida. Esta infusión se relacionaría con una prevención de la mortalidad por todas las causas, gracias a su riqueza en antioxidantes y sustancias antiinflamatorias.
Ahora, una nueva revisión científica ha comprobado los efectos estimulantes del café en la digestión y el intestino, así como su impacto en los órganos implicados en la digestión, según publica en su última edición la revista Nutrients y recoge Europa Press.
Este trabajo, apoyado por el Instituto de Información Científica sobre el Café (ISIC), concluye que el café tiene un efecto estimulante en algunos procesos digestivos, y un posible efecto protector contra dolencias digestivas comunes, como los cálculos biliares, así como contra ciertas enfermedades hepáticas.
La revisión de 194 publicaciones de investigación sugiere que el consumo moderado de café (definido por la EFSA como de 3 a 5 tazas al día) no genera efectos perjudiciales en los distintos órganos del tracto digestivo. Dos áreas de especial interés que se desprenden de la investigación son la asociación entre el café y la reducción del riesgo de cálculos biliares y las pruebas que relacionan el consumo de café con la reducción del riesgo de pancreatitis, aunque todavía se necesita más investigación.
Según el estudio, en su recorrido por el tracto gastrointestinal, el café tiene tres impactos principales. El café está asociado a las secreciones gástricas, biliares y pancreáticas, todas ellas necesarias para la digestión de los alimentos.
Se ha descubierto que el café estimula la producción de la hormona digestiva gastrina y del ácido clorhídrico, presente en el jugo gástrico, que ayudan a descomponer los alimentos en el estómago. Y también estimula la secreción de colecistoquinina (CCK), una hormona que aumenta la producción de bilis.
Además, parece estar asociado a cambios en la composición de la microbiota intestinal. En los estudios revisados, se encontró que el consumo de café induce cambios en la composición de la microbiota intestinal, principalmente a nivel de la población de las bifidobacterias que habitan en el tracto gastrointestinal.
Asimismo, el café está asociado a la motilidad del colon, el proceso por el que los alimentos se desplazan por el tracto digestivo. Los datos revisados sugieren que el café puede estimularla tanto como los cereales, un 23% más que el café descafeinado o un 60% más que un vaso de agua, y puede estar relacionado con un menor riesgo de estreñimiento crónico.
Las últimas investigaciones también apoyan firmemente el efecto protector del café contra las enfermedades hepáticas, incluido el carcinoma hepatocelular, uno de los tipos más comunes de cáncer de hígado.
A pesar de las pruebas que sugieren que el consumo de café puede ayudar en las primeras etapas de la digestión, la mayoría de los datos no apoyan la conclusión de que el café tenga un efecto directo sobre el reflujo gastroesofágico. En su lugar, se trata de un efecto combinado o aditivo de otros factores de riesgo, como la obesidad y una dieta inadecuada.
La doctora Astrid Nehlig, directora de investigación emérita del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia (INSERM, autora de la revisión, explica que, "en contra de algunas suposiciones, el consumo de café no está vinculado en general a los problemas intestinales o digestivos".
"En algunos casos, el café tiene un efecto protector contra dolencias digestivas comunes como el estreñimiento. Los datos que están apareciendo indican también que puede haber una asociación con la mejora de los niveles de grupos de bacterias intestinales, como las bifidobacterias, que tienen efectos beneficiosos reconocidos", prosigue. "Aunque se necesitarán datos adicionales para comprender los efectos del café en todo el tracto digestivo, éste es un punto de partida muy alentador".