Un estudio publicado en la revista PLOS Medicine, es el primero que examina en un entorno realista si las advertencias sanitarias pictóricas en las bebidas azucaradas -como los zumos y los refrescos- influyen en las bebidas que los padres compran para sus hijos. Los resultados revelan que las advertencias redujeron la compra de bebidas azucaradas por parte de los padres para sus hijos en un 17%.
Los investigadores de la Escuela Gillings de Salud Pública Global de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, llevaron a cabo el estudio en el 'UNC Mini Mart', una espacio preparado para imitar la experiencia de compra de un colmado, recoge Europa Press.
"Creamos esta tienda porque vimos la gran necesidad de investigar el impacto de las políticas en un entorno de tienda de alimentación que es mucho más realista. Cuando la gente elige qué alimentos comprar, tiene que hacer malabarismos con docenas de factores como el sabor, el coste y la publicidad, y mira muchos productos a la vez", explica la autora principal, Lindsey Smith Taillie, doctora, profesora adjunta del Departamento de Nutrición de la Escuela Gillings y miembro del Centro de Población de Carolina (CPC) de la UNC.
"Demostrar que las advertencias pueden atravesar el ruido de todo lo demás que está sucediendo en una tienda de alimentos es una poderosa evidencia de que ayudarían a reducir las compras de bebidas azucaradas en el mundo real", añade.
Sus hallazgos positivos sobre los efectos de las etiquetas de advertencia basadas en imágenes ponen de relieve un enfoque reciente pero cada vez más común para combatir la lucha mundial contra la obesidad. Los niños de muchos otros países consumen más de la cantidad recomendada de bebidas azucaradas, lo que aumenta su riesgo de obesidad y de enfermedades crónicas relacionadas con la dieta, como la diabetes de tipo 2 y las afecciones cardíacas.
Taillie ha investigado las etiquetas de advertencia y los impuestos sobre las bebidas azucaradas y la 'comida basura' en Chile, México y Sudáfrica. Hall investiga el impacto de las advertencias sobre el tabaco y los alimentos, así como la eficacia de las políticas de prevención de la obesidad.
En su estudio, 326 padres (25% negros, 20% latinos) de niños de 2 a 12 años participaron en un ensayo aleatorio con un brazo de advertencia pictórica (en el que las etiquetas de las bebidas tenían imágenes que representaban daños al corazón y diabetes de tipo 2), y otro brazo de control (en el que las etiquetas de las bebidas mostraban un código de barras).
El ensayo no estaba exento de polémica, sin embargo, porque estas imágenes explícitas, como un pie gangrenado a raíz de la diabetes, se estarían exhibiendo en la práctica en un lugar de acceso público y libre disposición, al contrario de los espacios más limitados para la adquisición de tabaco.
Los participantes debían elegir una bebida y un tentempié para su hijo, junto con un artículo de uso doméstico. Esta lista de la compra estaba diseñada para enmascarar el objetivo del estudio. Después de comprar, los participantes rellenaban una encuesta sobre sus selecciones y se iban con la bebida elegida y un incentivo en metálico.
Las advertencias con imágenes provocaron una reducción del 17% en las compras de bebidas azucaradas: el 45% de los padres del grupo de control compraron una bebida azucarada para su hijo, frente al 28% del grupo de las advertencias con imágenes.
Las advertencias también redujeron las calorías compradas de bebidas azucaradas y llevaron a los padres a sentirse más en control de las decisiones de alimentación saludable y a pensar más en los daños de las bebidas azucaradas.
Los beneficios de las advertencias con imágenes fueron similares según las características de los padres, como la raza, la etnia y el nivel socioeconómico, lo que sugiere que las advertencias con imágenes podrían funcionar igualmente bien en poblaciones diversas. Sin embargo, se necesitan estudios más amplios para comprobar la eficacia de las advertencias en los grupos con mayor riesgo de padecer enfermedades relacionadas con la dieta.
"Creemos que este estudio podría ser útil para los responsables políticos de Estados Unidos y del resto del mundo", afirma Hall. "Esta evidencia apoya las advertencias fuertes en la parte frontal del paquete para reducir el consumo de bebidas azucaradas en los niños".