Hace varios milenios, consumir alimentos y tener disponibilidad de los mismos no era tan fácil como hoy en día. De hecho, no hace tanto tiempo que se inventó el concepto de mercado, y mucho menos tiempo si cabe el concepto de supermercado. Así pues, las fuentes de alimentación se limitaban a todo aquello que se podía cazar o recolectar.
Sin embargo, el ser humano antiguo usó su ingenio para optimizar y preservar estos alimentos cazados y/o recolectados, mediante métodos de secado, fermentacón, ahumaco o encurtido. Métodos que aún se usan a día de hoy, y que también tienen milenios de antigüedad.
Gracias a dichos métodos existen varios tipos de alimentos, como mantequilla o el pan, que se podían consumir de formas muy similares a las actuales. Repasamos otros cinco alimentos que no son modernos, sino que tienen miles de años.
Tarta de queso
La tarta de queso es un postre muy conocido en la actualidad, pero los antropólogos han descubierto moldes en Grecia que datan del año 2000 a.C. Este tipo de tarta era muy común en las bodas de la antigua Grecia, y se cree que también era consumido por los atletas durante los primeros Juegos Olímpicos en el año 776 a. C. La primera receta oficial de tarta de queso data del año 230 d. C. y fue escrita por el autor griego Athaneus.
Tras la conquista romana de Grecia, las recetas fueron modificadas y se añadió queso triturado y huevos, considerándose un manjar y sirviéndose en celebraciones. Los romanos llamaron a este tarta "placenta" y la horneaban dentro de la masa o sobre una base de masa. Durante el año 1000 d. C. la tarta de queso se había extendido a Europa Occidental y ya tenía éxito en Escandinavia y Gran Bretaña, aunque hoy en día se consume en todo el mundo.
Chocolate
El chocolate hoy forma parte de ese grupo de postres dulces, pero en sus inicios era totalmente lo contrario. Existen vasijas olmecas del año 1500 a. C. con residuos de teobromina, una de las sustancias químicas esenciales del grano de cacao. Se sabe que posteriormente los mayas llevaron el consumo de cacao más allá, y lo usaban como bebida en celebraciones, a menudo combinado con chile y miel en forma de bebida espesa, pero habitualmente amarga. Llegó a ser una sustancia tan valiosa como el dinero, llegando a usarse como moneda de cambio.
No fue hasta el año 1828 cuando el químico holandés Coenraad Johannes van Houten desarrolló el proceso capaz de crear cacao en polvo, permitiendo una producción más económica del mismo y, por tanto, un aumento de su popularidad y disponibilidad. Además, se le empezó a añadir azúcar y a darle la conocida forma de onzas y tabletas. Actualmente Suiza es el país líder mundial en consumo de chocolate, con hasta 8,5 kg de consumo promedio por habitante cada año, casi el doble de media que los habitantes de Estados Unidos.
Miel
No se sabe a ciencia cierta en que año se empezó a usar y consumir la miel como alimento, pero existen pinturas rupestres de la época del Paleolítico que ya representan abejas y panales hace más de 40.000 años. Lo que sí se sabe es que la recolección de miel como tal data, como mínimo de hace 3.500 años: existen utensilios de cerámica de dichas fechas pensados para procesar y almacenar cera de abeja en África occidental. La miel se usaba tanto como alimento como en forma de bebida.
Además, hay datos sobre el uso de la miel como medicina, gracias a sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas. Como alimento, la miel tiene la capacidad de durar indefinidamente, a menos que se exponga a humedad. No se estropea gracias a sus altos niveles de azúcar y acidez, y a la presencia natural de peróxido de hidrógeno.
Tortitas
Las tortitas o panqueques tampoco son un alimento moderno: existen evidencias de granos de almidón en antiguas herramientas de molienda de 30.000 años de antigüedad, algo que indicaría que este alimento ya se consumía en la edad de piedra. De hecho, en aquel entonces ya eran tortas tan planas como las de ahora, aunque sus ingredientes eran diferentes.
Se ha descubierto que la harina se hacía a partir de plantas molidas, incluyendo helechos y espadañas, mezclados con agua y cocinados en una roca caliente. Su consistencia, según las evidencias disponibles, sería más parecida a la del pan que a la textura esponjosa habitual de la actualidad, pero en aquella época parecían durar mucho más tiempo sin perder el sabor. Más adelante, griegos y romanos empezaron a usar harina de trigo y aceite para elaborar tortitas.
Palomitas de maíz
Finalmente está el caso de las palomitas de maíz. Para llegar a la parte comestible de ciertas variedades de maíz los granos deben calentarse lo suficiente para que su cáscara reviente, transformándose en lo que conocemos como palomitas de maíz. Y esto ya lo sabían los pueblos indígenas, los cuales cultivaban variedades diferentes de granos alrededor del año 5000 a. C. para elaborar este snack.
No fue hasta el año 1850 que el conocido como Cinturón del Maíz de los Estados Unidos empezó a usar el arado de acero y otras ténicas de cultivo en esta zona, ganándose ese apodo. Hoy en día esta zona produce el 40% del maíz mundial y el 75% del maíz de todos los Estados Unidos.
Además, cabe destacar que hoy en día las palomitas de maiz se consumen como un snack, pero realmente se consumían junto al desayuno hasta principios del siglo XX, tanto en formato dulce como salado.