Cáncer: cuántas veces a la semana tienes que comer carne para que se dispare el riesgo de sufrirlo
Un nuevo estudio publicado en la revista BMC Medicine alerta de que el riesgo de cáncer se reduce hasta un 14% entre personas veganas y vegetarianas.
1 marzo, 2022 03:24Noticias relacionadas
La carne lleva siendo uno de los alimentos más estudiados desde hace años, sobre todo en cuanto a su relación con la salud se refiere. No son pocos los estudios que relacionan el consumo de carne con mayor riesgo cardiovascular, mayor riesgo de sufrir cáncer, y mayor riesgo de muerte prematura en general.
Cabe destacar, así mismo, que muchos de estos estudios no diferenciaban entre tipos de carne, ni tampoco entre carne procesada y no procesada, pero los nuevos trabajos sí suelen llevar a cabo estas diferencias para calcular correctamente el riesgo: no es lo mismo carne fresca que carne procesada o ultraprocesada, como ya han dejado ver los estudios al respecto.
Recientemente, un nuevo estudio publicado en BMC Medicine ha vuelto a encontrar una relación: no hay que pasarse con el consumo de carne, y a menor consumo, menor riesgo de sufrir cáncer.
Al menos esa es la conclusión a la que han llegado Cody Walting y sus colegas de la Universidad de Oxford (Reino Unido): comer carne cinco veces a la semana o menos se relacionaría con un menor riesgo de sufrir cáncer en general.
Para llegar a tal conclusión, los investigadores analizaron datos de del Biobanco de Reino Unido. En total se recopiló información de 472.377 adultos británicos de entre 40 y 70 años entre los años 2006 y 2010. Se tuvo en cuenta la frecuencia de consumo de carne y pescado, y se calculó la incidencia de cáncer en un promedio de 11 años gracias a sus registros de salud.
También se tuvieron en cuenta otros datos, como sufrir o no enfermedades como diabetes, datos sociodemográficos y socioeconómicos, y datos sobre su estilo de vida.
Según este análisis, 247.571 personas (el 52% de la muestra) comían carne más de cinco veces a la semana, 205.382 (el 44% de la muestra) comían carne cinco veces a la semana o menos, 10.696 personas (2% de la muestra) comían pescado pero no carne, y 8.685 participantes (2% de la muestra) eran vegetarianos o veganos). En total, el 12% (54.961) de todos los participantes llegaron a desarrollar cáncer durante el periodo de estudio.
Así pues, según los datos de consumo de carne y prevalencia de cáncer a largo plazo, los investigadores sacaron algunas conclusiones:
- El riesgo de cáncer sería un 2% menor entre los que comen carne cinco veces a la semana o menos.
- El riesgo de cáncer sería hasta un 10% menor si se come pescado pero no carne.
- El riesgo de cáncer se reduce hasta un 14% entre personas vegetarianas y veganas, en comparación a los que consumen carne más de cinco veces a la semana.
Por otro lado, también se analizaron las diferencias de riesgo entre los diferentes tipos de cáncer, objetivando que el riesgo de cáncer colorrectal sería un 9% menor entre los que consumen carne cinco veces o menos a la semana. Por su parte, el cáncer de próstata sería hasta un 20% menor entre los que consumen pescado pero no carne, y hasta un 31% menor si se sigue una dieta vegetariana, en comparación a consumir carne más de cinco veces por semana.
Por su parte, las mujeres postmenopáusicas que seguían una dieta vegetariana tenían un 18% menos de riesgo de sufrir cáncer de mama, aunque en este caso los investigadores también objetivaron que las mujeres vegetarianas tenían a poseer un índice de masa corporal (IMC) menor que las mujeres que comían carne, por lo que no se tiene claro si es el tipo de dieta en sí misma o el peso corporal como tal.
Para finalizar, los investigadores puntualizan que se trata de un estudio observacional y no es posible objetivar una clara relación causal entre dieta y cáncer. Además, como hemos puntualizado inicialmente, en este caso el estudio no diferencia entre tipos de carne sino entre raciones consumidas semanales y su comparación con otras dietas si carne. Tampoco se recopilaron datos a largo plazo, sino en un solo momento del estudio, por lo que no es posible saber si los participantes cambiaron sus dietas a lo largo de su vida o no.