La 'superfruta' oculta del Mediterráneo: con más vitamina C que la naranja y buena para el colesterol

El pomelit, también conocido como oroblanco o sweetie, es el resultado de un proceso de hibridación en el que participan otros cítricos como el pomelo, que a su vez es otro híbrido a partir del 'pomelo chino' o la pamplemusa y la naranja dulce. A diferencia de los pomelos más consumidos de forma habitual, ha heredado de las naranjas dulces los rasgos aromáticos y suaves de sabor.

El origen de esta peculiar fruta se atribuye a la Citrus Experiment Station de la Universidad de California, un organismo de investigación para la agricultura fundado a principios del siglo XX. En 1980 produjeron esta variedad híbrida que se cultiva en Estados Unidos, sobre todo en California, y Australia. Pero también en el Mediterráneo, cuando Israel desarrolló en 1984 una variedad prácticamente idéntica y comercializada bajo la marca Jaffa Sweetie, que goza de una excelente popularidad.

En cuanto a su aspecto, podemos encontrar algunos ejemplares redondos y otros aplanados, generalmente del tamaño de un pomelo mediano. Antes de madurar, el oroblanco tiene una corteza de color verde lima que se torna de un amarillo más pálido con el paso del tiempo. La corteza es blanda y lisa, un poco más gruesa que la de la toronja, con muchos hoyuelos.

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Entre la corteza y la pulpa hay un albedo, un tejido esponjoso de color blanco y comestible. En el interior, la pulpa de color crema está segmentada y cubierta por una piel fina y blanca, similar a la de los pomelos. En algunas ocasiones, aunque no es lo general, puede contener semillas blancas y puntiagudas que generalmente están poco desarrolladas.

Dulce, pero baja en calorías

Conociendo su origen, se trata de un alimento rico en vitamina C que puede proporcionar entre 30 y 60 mg por cada 100 gramos -la naranja aporta 50 mg- y es una fuente modesta de varias vitaminas B, incluidas las vitaminas B1, B2, B3, B5 y B6. Las frutas con semillas también aportan trazas de vitamina E. Además, contiene una buena cantidad de potasio, aportando entre 150 mg y 200 mg por cada 100 gramos, y, en menor medida, otros minerales esenciales como hierro, calcio, magnesio, manganeso, fósforo y zinc.

En cuanto a la fibra, puede aportar hasta 1 gramo por cada 100. También destaca por sus pocas calorías, entre 25 a 40 calorías por pieza, a pesar de ser muy dulce. Esto se consigue al atenuar el sabor ácido original, por lo que también es una fruta relativamente baja en azúcar.

Al ser bajo en calorías, rico en fibras y con mucho contenido de agua, es adecuada para quienes luchan contra el sobrepeso. Además, también ayuda a mejorar la digestión y el funcionamiento del aparato digestivo. Por su alto contenido en vitamina C, el oroblanco posee propiedades antivirales, antibacterianas, moduladoras del sistema inmunológico y antiinflamatorias.

Otra ventaja de la vitamina C son sus propiedades antienvejecimiento, ya que estimula la producción de colágeno para lograr una mejor elasticidad de la piel y menos arrugas. Su alto contenido en potasio, unido a que no contiene sodio, la convierte en una aliada muy interesante para combatir la hipertensión arterial.

Efectivo contra el colesterol

Pero si por algo destaca el pomelit, sin duda, es por sus propiedades para reducir el colesterol. Este efecto quedó comprobado en una investigación de 2004 cuyos resultados fueron publicados en Journal of Agricultural and Food Chemistry.

Dirigida por la Dra. Shela Gorinstein del Departamento de Química Medicinal y Productos Naturales de la Facultad de Farmacia de la Universidad Hebrea de Jerusalén, se demostró que su consumo regular, en pieza o en zumo, podría reducir el colesterol en la sangre y aumentar la actividad antioxidante, reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Las conclusiones se obtuvieron después de que 72 personas que padecían hipercolesterolemia (niveles elevados de colesterol) y se habían sometido a una cirugía de baipás, recibieran suplementos diarios de sweetie.

Los resultados mostraron una disminución definitiva del colesterol LDL ('malo') en la sangre y un aumento en la actividad antioxidante en la sangre en los pacientes de los dos grupos que bebieron el jugo en comparación con los que no lo hicieron. Además, la mejora fue superior en quienes recibieron dosis más altas.