Que nos las den con queso las veces que quieran si se trata de alguna de las especialidades de la quesería de Mercadona, un auténtico vergel de lácteos fermentados que triunfan tanto por su sabor como por su perfil saludable, en líneas generales, y que han sido premiados internacionalmente. Conquistados nuestros paladares, hoy el bocado que nos ocupa es la Crema de Queso Brie con Trufa que triunfa en el supermercado y se ha convertido en un aperitivo perfecto para acompañar unas tostadas, un poco de pan o incluso galletas saladas, entre otras muchas opciones que se nos pueden ocurrir para un picoteo.
Teniendo en cuenta que en España consumimos una media de 2,32 kilogramos de queso por persona al año, sabemos que la de Mercadona es una apuesta segura cuando mima con tanto esmero a su inmensa variedad de quesos, cuidando las novedades durante todo el año y elaborándolas en las mejores queserías del país. No en vano, esta crema está fabricada por Quesería Lafuente, una compañía cántabra que está entre los diez primeros operadores españoles del mercado de quesos por volumen comercializado y es interproveedora de la cadena valenciana desde hace más de una década.
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Con el sabor intenso de la trufa acompañando a la cremosidad del queso, además de un toque interesante a champiñón y seta, la versatilidad de esta crema la ha convertido en una de las más exitosas. Se presenta en una tarrina con 150 gramos de producto, con un color negro en el envase y dorado en la tapa, que incorpora asimismo una etiqueta negra donde se indica la marca, el nombre y una imagen de referencia. La Crema de Queso Brie con Trufa cuesta 1,49 euros y es tan resultona que te hará quedar estupendamente si la sacas cuando tienes invitados.
¿De dónde viene el queso Brie?
El nombre del queso Brie viene de una pequeña zona cercana a la Isla de Francia, una región que se extiende al este de París, donde se produce en su mayoría. En 1814 se coronó como el rey de los quesos franceses y se emplean más de 8 litros de leche cruda de vaca para fabricar una rueda de un kilo, que tiene que fermentar durante unas 16 o 18 horas. Después, se va formando a mano en diferentes capas, por lo tanto, estamos hablando de un alimento eminentemente artesanal. Está cubierto por una suave capa comestible, formada por el moho Penicillium candida y, en ocasiones, otras bacterias como la Brevibacterium linens, que aparecen durante el período de curación.
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Es un queso joven, con una textura cremosa y blanda, puesto que su proceso de maduración es muy corto. Precisamente, que se trate de uno de los quesos en los que menos tiempo pasa entre su compra y el consumo, apenas pierde humedad y, por lo tanto, concentra menos sus nutrientes y tiene menos calorías. Entre el perfil nutricional más destacado de este tipo de lácteos, la Fundación Española de Nutrición (FEN) remarca que son una fuente valiosa de proteínas de alto valor biológico por sus aminoácidos esenciales. En cuanto minerales, enumeran especialmente el calcio, el fósforo y el zinc; mientras que resaltan la vitamina B12, niacina, vitamina A y riboflavina.
Composición de la crema de queso Brie
Que el queso sea una buena fuente de calcio y nos aporte grasas saludables, no significa que podamos tomarlo sin fijarnos en su composición y en las calorías que nos aporta la elaboración que hemos elegido, que en este caso no se basa únicamente en el Brie. El valor energético de esta crema de queso se eleva hasta las 247 calorías por cada 100 gramos de producto, de los que 21 gramos son grasas y, de ellas, 15 gramos corresponden a grasas saturadas. Con 2,6 gramos de hidratos de carbono, de los cuales el 100% son azúcares, cuenta además con 12 gramos de proteína de alta calidad.
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Conviene vigilar también que 100 gramos de esta Crema de Queso Brie con Trufa de Mercadona suman una gran cantidad de sal. En concreto, son 1,8 gramos, un aporte excesivo si recordamos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no pasarse de los 5 gramos de sal diarios. Entre los ingredientes de su elaboración figura un 50% de queso Brie, leche de vaca, queso Camembert, mantequilla, leche desnatada en polvo, proteína de leche, sales de fundido del tipo E-452 y E-339, además de estabilizantes como el E-472b, E-471, E-440 y E-407.
Le han añadido, además de sal, un 0,3% de paté de trufa negra, champiñón común cultivado (Agaricus bisporus), setas cultivadas (Boletus edulis, Boletus aereus, Boletus reticulatus), aceite de girasol y un 12% de trufa negra cultivada (Tuber aestivum). A mayores, especifican que lleva pimienta, azúcar, aroma natural, aroma de trufa negra, corrector de acidez E-330 y antioxidante E-300. Es apto para celíacos porque no contiene gluten y desde Mercadona recomiendan que se mantenga en frío bajo una temperatura entre los 3 y los 8 º C, y que se consuma en los cinco días posteriores a abrir el envase.
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