Hasta hace pocos años, la variedad del pan consumido en España dependía más de sus elaboraciones tradicionales según la región que de sus ingredientes: pocos se atrevían a cuestionar la harina blanca de trigo como base. Sin embargo, a estas alturas cada vez son más apreciadas otras combinaciones, teniendo en cuenta que una dieta saludable apuesta por cereales integrales y no refinados. Por eso, además de las barras o los bollos diarios, también optamos por panes de moldes más sanos, como este de espelta 100% integral de Mercadona.
Además de otros panes enmoldados más tradicionales y de la gran oferta en su panadería fresca, la cadena de supermercados ha incorporado esta opción alta en fibra, sin conservantes y sin lactosa. Son un total de 10 rebanadas 100% integrales las que están en la bolsa, que tiene un peso neto de 400 gramos y se puede comprar en Mercadona por 1,45 euros. El producto está distribuido desde la empresa Horno de Piedra S.L., ubicada en la localidad toledana de Olías del Rey.
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Entre los ingredientes de este pan de molde destaca en primer lugar la harina integral de espelta (52,4% del total de la masa del producto), agua, masa madre inactiva de espelta y trigo (3,6%), levadura, aceite o grasa vegetal (1,8%), azúcar sal y vinagre de vino. El fabricante indica que podría contener trazas de sésamo, soja y mostaza. Una rebanada de 40 gramos de producto aporta 109,2 calorías, 1,5 gramos de lípidos (de las cuales 0,3 gramos son saturadas), 18,1 gramos de hidratos de carbono (de los cuales 2 gramos son azúcares), 2,6 gramos de fibra alimentaria, 4,2 gramos de proteína y 0,54 gramos de sal.
Propiedades de la espelta
La espelta es un cereal todavía desconocido en gran parte de nuestras despensas aunque se está haciendo un hueco a pasos agigantados porque, entre otras bondades, es el grano que mejor tolera nuestro cuerpo. También llamada escanda, en realidad es una antigua variedad del trigo, Triticum, que en el pasado constituyó la base de la alimentación de los pueblos mediterráneos durante siglos. De hecho, su origen está fechado hace unos 8.000 años en el territorio que hoy ocupan Irán e Irak, y también en los Balcanes y el Cáucaso.
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Además de ser más digestiva y más tolerable que el trigo al que estamos acostumbrados, es más proteica y sus hidratos de carbono son en su mayoría complejos, presentando un índice glucémico bajo que nuestro organismo asimila paulatinamente. Por lo tanto, aporta energía de una forma más prolongada y no provoca picos de glucosa, con lo que también ayuda a esquivar la sensación de hambre. La espelta es un cereal rico en vitaminas del grupo B y E, minerales y compuestos fitoquímicos.
De hecho, el valor nutricional por 100 gramos de espelta supone 338 calorías, 2,4 gramos de grasas totales, 70 gramos de hidratos de carbono, 15 gramos de proteína, 388 miligramos de potasio, 27 miligramos de calcio, 136 miligramos de magnesio y 4,4 miligramos de hierro. Al tratarse de una buena fuente de potasio, este cereal contribuye a la función de los nervios y a la contracción de los músculos, manteniendo constante el ritmo cardíaco.
Beneficios de lo espelta
Cuidar la musculatura y el ritmo del corazón ya son motivos suficientes para que este pan de molde 100% integral de espelta forme parte de la dieta de personas que hacen deporte. Pero si además tenemos en cuenta que otro de sus beneficios es la capacidad para llenarnos de energía, no hay discusión alguna. También contribuye a combatir el insomnio o estados de nerviosismo o estrés, así como las irritaciones de las mucosas del sistema digestivo.
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Al margen de ser uno de los mejores cereales en caso de estar siguiendo una dieta de adelgazamiento, incorporar la espelta con regularidad a nuestro día a día nos garantiza el suministro de nutrientes para prevenir problemas cardiovasculares y el colesterol. Otros de sus beneficios tienen que ver con el fortalecimiento del sistema inmune y, como decíamos anteriormente, con unas digestiones menos pesadas. Eso sí, aunque tiene menos gluten que el trigo común, la espelta sigue estando prohibida para las personas celíacas.
Siempre mejor integral
El pan elaborado con harinas integrales siempre será más beneficioso que aquel que esté hecho con harinas refinadas. ¿Por qué? Pues básicamente porque los cereales integrales conservan las tres partes del grano, que es donde reside la mayoría de fibra que se pierde en el proceso de refinado. Por un lado, que falte este nutriente perjudica a nuestra microbiota (bacterias gastrointestinales responsables del buen funcionamiento del sistema digestivo), que la usan como combustible.
Además, los hidratos de este pan integral de espelta son complejos, de modo que tardan más en metabolizarse como azúcares en el intestino delgado, una acción en la que también toma parte la fibra. Se evita, como anticipábamos, el conocido como pico glucémico en el que se disparan los niveles de glucosa en sangre debido a que los carbohidratos simples traspasan con más facilidad las barreras intestinales. Este fenómeno implica un mayor riesgo de sufrir problemas metabólicos como la diabetes tipo 2 o enfermedades cardiovasculares.
La normativa que regula los panes integrales en el mercado español únicamente permite que se empleen harinas 100% integrales para que el producto pueda denominarse como tal. En todo caso, sí hemos de revisar las cantidades de sal, puesto que la Organización Mundial de la Salud recomienda no sobrepasar los 5 gramos diarios y cada rebanada tiene 0,54 gramos.
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